Paco Jémez: «Estoy avergonzado e humillado»

Paco Jémez, entrenador del Rayo Vallecano, dijo hoy que está "avergonzado y humillado"por la derrota por 5-0 frente al Atlético de Madrid, advirtió de que su equipo debe ser consciente de que son "los más pequeños de la categoría"y afirmó que había sustituido a Gálvez porque no podía "cambiar a once". "Lo hemos hecho todo o casi todo mal. Por eso se ha dado el resultado que se ha dado. Cuando juegas tan mal y ofreces tan poco, no es una cuestión de mejorar una cosa u otra. Es cuestión de mejorar el colectivo, el grupo y todo lo que se hace. No hemos merecido nada más de lo que ha pasado en el campo", declaró.

"Cuando juegas como lo hemos hecho hoy nosotros y te encuentras con un rival tan fuerte como el Atlético de Madrid, lo mejor que te puede pasar es que sólo te metan cinco. Vamos a pasar unos cuantos días jodidos, avergonzados y humillados y miramos al Levante para poder volver a demostrar que somos un equipo competitivo y que nuestra actitud no la pueda poner en entredicho nadie", explicó.

E insistió: "Los jugadores estaban como estoy yo. Estoy avergonzado, humillado y me duele lo que ha pasado, pero tampoco hemos merecido más. No hemos hecho nada para merecer más de lo que ha pasado en el campo. Nos viene bien porque estábamos un palmo por encima del suelo tras el 3-0 al Elche, desde el presidente hasta el que corta el césped".

"Somos el equipo más pequeño de la categoría. Hay 19 y luego nosotros, el 20. Y a nadie le ha entrado en la cabeza eso. Hasta que no seamos conscientes de eso no entraremos en la dinámica buena. Gracias a Dios que sólo nos llevamos cinco. Somos los más pequeños de la categoría; los más mierdas de la categoría somos nosotros. Cuando sepamos eso, podemos competir con cualquiera", advirtió.

"Hemos salido al campo pensado que teníamos enfrente a una banda de amigos y por eso nos hemos llevado cinco", dijo el entrenador, que reconoció que "la diferencia entre el Atlético y el Rayo, por muy bien que haga las cosas, es abismal"y que sustituyó a Gálvez a la media hora porque no podía "cambiar once".