Fútbol
Posesión a toda velocidad
Madrid- Los murmullos del Santiago Bernabéu los conocen muy bien los futbolistas que han jugado en el Real Madrid. Una cesión atrás buscando seguridad o una serie de pases horizontales sin un objetivo claro despiertan un rumor indefinido en el estadio, que no se sabe bien dónde nace, pero que es perfectamente audible. Es una especie de queja, de aviso. Es también impaciencia: el equipo está tardando demasiado en buscar la portería contraria. No es que pueda ser aburrido, es que, además, no es útil: «No se puede perder tiempo para el ataque, no hay que hacer treinta pases, hay que buscar la solución después de tres pases, cuanto más rápido lo haces, más fácil es atacar. La posesión puede ayudar al equipo contrario a posicionarse y defender mejor», explicó Ancelotti.
Sin embargo, en el fútbol español, la posesión se ha convertido en un asunto sagrado, un valor absoluto, casi más importante que las ocasiones o los goles. Si un equipo no ganaba, presumía de su posesión. En el último encuentro del Madrid, contra el Galatasaray, el conjunto de Ancelotti tuvo sólo un 49 por ciento de posesión del balón, su dato más bajo esta temporada. Pero también ha sido su mayor goleada.
El entrenador italiano llegó con una misión: renovar al equipo y dotarlo de más posesión de balón. Pero necesita mezclar el control del balón con la velocidad de sus dos mejores futbolistas: Cristiano y Bale. Ellos y Benzema «juegan bien en profundidad y el equipo «necesita conservar esa cualidad», continuó el técnico: «Intentamos jugar de forma diferente, pero lo más importante es tener una idea de juego, que la tenemos. Necesitamos mejorar esta idea, que es de control de juego y de posesión eficaz. Debemos buscar una solución ofensiva rápida».
El Madrid está en ello. Pero necesita paciencia: «Es un problema de buscar más automatismos, más combinaciones más rápidas, es un problema de tiempo». Su equipo es el quinto en pases en la Liga, por detrás del Barcelona, pero también de la Real, Osasuna y Rayo, por debajo del equipo blanco en la tabla y en el número de goles. Lo importante no es ganar en la clasificación de pases logrados, sino hacerlos rápido y que lleven a la portería contraria. Es en lo que está trabajando Ancelotti. Cambia piezas, pero no varía el camino que ha emprendido desde que llegó al banquillo. Hoy, contra el Getafe, jugarán Illarramendi («tácticamente es muy bueno. Se posiciona bien y da equilibrio al equipo. Tiene las jugadas muy claras en su cabezas») y probablemente Khedira: «Tiene mucha experiencia. No tiene una calidad técnica fantástica, pero juega muy simple y trabaja con mucha intensidad durante los noventa minutos». Ellos manejarán al equipo, deben tener el balón y elegir las mejores opciones para que Bale y Cristiano corran y sean profundos. Hay que controlar, sin ser dogmático. «Tenemos jugadores que dominan el contragolpe y los espacios. La velocidad de Ronaldo pude cambiar una posesión por un contragolpe. Soy italiano y creo que el contragolpe es una buena solución», continuó ayer.
El Santiago Bernabéu no aguantaría otra forma de jugar. El estadio se va a llenar hoy, en el estreno de Gareth Bale. Ancelotti, por eso, pidió a sus futbolistas un último esfuerzo, una última cosa por mejorar, además de la rapidez: «Los últimos partidos, al comienzo, no los jugamos con tanta intensidad. Contra el Getafe tenemos la oportunidad de salir al campo y jugar con mucha intensidad, al principio. Tenemos que mejorar este aspecto sobre todo».
Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Nacho Fernández, Arbeloa; Khedira, Illarramendi; Bale, Di María, Cristiano Ronaldo y Benzema.Getafe: Moyá; Arroyo, Lisandro, Alexis, Escudero; Míchel, Mosquera; P. León, Lafita, Diego Castro y Miku.Árbitro: Fernández Borbalán (andaluz).
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