Fútbol
Real Madrid - Leipzig (1-1): El Madrid las pasa canutas
Empató contra el Leipzig en un partido que casi nunca tuvo bajo control. Pero ya está en los cuartos de la Champions
Alguna vez ha contado Carlo Ancelotti que no siempre es bueno tener mucho tiempo para preparar un partido, que el entrenador se pone tener ideas y eso puede desnaturalizar al equipo. Más o menos un mes tuvo el entrenador italiano para preparar el choque contra el Leipzig y se inventó algo que no había hecho hasta ahora. El día antes ya había explicado que en Alemania el equipo sufrió más de lo debido y quería, para el choque del Bernabéu, evitar las transiciones: y para eso nada mejor que llenar de centrocampistas el equipo y perder un delantero.
El plan no salió bien.
Puede que porque no era tan buena idea, porque el Leipzig es un equipo mucho mejor de lo que dice su nombre y puede (bueno, es seguro) porque el Real Madrid lleva una racha con mejores resultados que juego. Ha perdido frescura y le cuesta muchísimo meterse en los partidos. Pasó en Vallecas, en Valencia y ya es imposible no oir la alarma que sonó en la vuelta de los octavos de la Champions. Necesita el Real Madrid cambiar de marcha porque va más ahogado de lo que parece. Por ahora, no hay daños mayores y tiene todo a su mano. Lo del Leipzig, al final, quedó en un aviso.
Pero fue una tarde desagradable para el Real Madrid, pitado durante varios instantes por su público, que no entendía a qué jugaban los suyos. En principio, el plan de Ancelotti parecía querer que no pasase nada, controlar el partido con el balón, aunque faltase profundidad. Lo segundo fue cierto, lo primero no pasó nunca. Lo vio tan mal Ancelotti que en el descanso sacó a Rodrygo para llegar al área rival. Y es verdad que lo consiguió, pero no por eso fue superior al rival ni dejó de tener miedo.
El Leipzig pese a tener un gol en contra, siempre creyó. Comandado por Olmo y por Simmons, no le impresionó la competición ni el escenario, con el techo cerrado, como le gusta al Real Madrid ni la impresionante historia del mejor club de la competición, que además, cumplía años. Todo eso le dio igual al Leipzig, que tuvo muy claro su plan y que si no hizo más daño en la primera parte fue porque Openda, su delantero, tenía el visor algo desviado.
El Madrid no hizo nada en la primera parte, en la que no tiró a puerta y cuya jguada más peligrosa fue un remate con el hombre de Vinicius. Sólo Valverde mostraba algo de peligro por la derecha. Sin embargo, al llegar al área, no había nadie a quien darle el balón. Bellingham era el delantero, pero no es delantero y como delantero, tampoco era mediapunta ni centrocampista.
¿Un lío, verdad? Pues eso fue el Real Madrid.
Rodrygo dio otro aire en ataque al Real Madrid. Ancelotti le sacó por Cavmavinga y es verdad que llegó más el líder de LaLiga española, que ya no estaba tan atado a sus centrocampistas, sin saber hacia dónde tirar. Por los menos, en la segunda mitad, supo que tenía que ir para delante. Aprovechó, además, los mejores minutos de Kroos para ponerse por delante. El alemán lo cazó, Bellingham lo cocinó y Vinicius se lo comió.
Un gran gol, lo mejor del Madrid.Y que no dio la tranquilidad.
Porque el Leipzig mostró un orgullo y sobre todo una determinación ejemplar. Se le puso todo cuesta arriba pese a que había tenido el partido para que se le pusiese cuesta abajo. El gol sólo le provocó más ganas de ir hacia delante. Su reacción no la esperaba el Madrid, que tenía el ánimo para olvidarse del partido y esperar llegar a los cuartos con mejor cara. No tuvo tiempo: empató el Leipizig en una jugada en la que, otra vez esta temporada, no vuelve a quedar bien Nacho.
Ancelotti sacó a Modric por Kroos y el Madrid cogió otro aire. No le duró mucho. No le duró mucho nada. El partido acabó con el Leipzig sacando córners, con un balón al larguero y el Madrid mirando el reloj. Salvado.
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