Fútbol

El Alcoyano teme al Real Madrid... y al coronavirus

Los aficionados de Alcoy esperan que la incidencia del coronavirus no les deje sin ver de nuevo el partido en el campo, como sucedió hace un año

Los jugadores del Alcoy, José Juan (i) y Juanan, celebran su pase a la siguiente fase de la Copa del Rey tras derrotar al Levante. Les espera, de nuevo, el Real Madrid
Los jugadores del Alcoy, José Juan (i) y Juanan, celebran su pase a la siguiente fase de la Copa del Rey tras derrotar al Levante. Les espera, de nuevo, el Real MadridMORELLAgencia EFE

Hace un año los aficionados del Alcoyano vivieron el partido contra el Real Madrid, esa victoria inolvidable, en sus casas, oyendo los gritos de los vecinos, escribiendo whatsapps desbordados a los amigos, disfrutando, sin duda, pero también con algo de nostalgia por los abrazos que se debían haber dado en el campo. Era allí donde los suyos ganaban al equipo más grande de Europa, con las gradas vacías y en un silencio que chocaba con una ocasión tan histórica. Era difícil imaginar que iban a tener otra oportunidad tan poco tiempo después: «Yo siempre decía que El Collao nos debía una y parecía que nos la había pagado contra el Levante...», aseguraba Javier Bernabéu, de la peña alcoyanista David Porras. La victoria en penaltis al otro equipo de Primera fue un subidón. Pero ver al Madrid, al que ya se le ganó...

Los jugadores del Alcoyano se reunieron en la parte de atrás del autobús para ver el sorteo, esperando a uno de los gordos. El Mancha Real, el equipo que juega en la Liga más inferior de todos, fue el primero en salir y se llevó al Athletic. Uno menos, quizá el menos atractivo de los cuatro de la Supercopa de España que entraban en los bombos. El Rayo Majadahonda era el rival del Atlético. Quedaban, pues, el Barcelona, ninguno de los gordos o el Real Madrid, como si la lotería tocase dos veces al mismo número, como si el azar fuese un agente caprichoso al que le gusta forzar el destino. A veces lo es y cuando salió el Real Madrid otra vez, los futbolistas reaccionaron con la alegría sincera de quien sabe que vuelve la marea de la fama y del protagonismo, quizá del heroísmo.

Esa alegría, sin embargo, era menor que la de los aficionados.

«Es una experiencia que por suerte se puede repetir y no sabemos cuántas veces más se va a poder repetir», decía a este periódico Javier Segura, de la peña Huestes Blanquiazules. «Tenemos un equipito muy regular, nuestras armas en ataque, y a todos los rivales les cuesta hacernos un gol. Yo creo que el Real Madrid no es el mismo que el año pasado, pero sí tenemos equipo para ponérselo difícil», analizaba.

Y esta vez quiere verlo en el campo, no por la tele. El fútbol es una experiencia común, una identidad compartida: «Imagínate un campo lleno», dice Segura. «El Collao es un campo pequeñito, la afición muy arrimada y cerca de los futbolistas. El jugador lo siente». De ahí el temor a que se repita lo de hace un año.

No puede pasar el tren del Real Madrid de nuevo y que el coronavirus, en su versión Ómicron, obligue a cerrar el campo. «Sería una lástima tener el campo vacío y estar en casa viéndolo. Me da miedo todo, pero es lo que hay», dice Javier Bernabéu. «Ya veremos este año si lo podemos ver, la cosa no está bien», confirma los temores Javier Segura. «En todos lados hay gente confinada en casa. Tengo mis dudas de que se pueda ir a ver el encuentro». Casi 5.000 personas entran en El Collao, al que se le podrían poner gradas supletorias. Se llenarán, si la gente puede seguir yendo a los estadios. Aunque la incidencia sigue creciendo, el fútbol español continúa, por ahora, con cierta normalidad, esto es, con alguna restricción, pero sin planes de suspender los partidos o de que se vuelvan a disputar partidos sin público.

«El año pasado no pudo ir público y esto sí que va a ser un buen arrimón para el club», aseguraba el entrenador David Porras en la Cope. «Los jugadores rivales ya saben dónde viene y avisados están. No tenemos el factor sorpresa, nuestro campo tiene una magia especial. Quería al Real Madrid porque la gente no lo pudo disfrutar», continuaba el técnico.

Esa semana de enero es la semana grande en Alcoy, con el bando y los burros paseando para recoger las cartas el cuatro de enero y la cabalgata más antigua de España el día siguiente. Y el Madrid.

Si el virus deja.