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Ronaldo, contra la maldición

La Razón
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Llegó Cristiano Ronaldo a Turín y cuando vio las cámaras de los fotógrafos levantó el dedo pulgar. Todo bien, chicos. Al Real Madrid pueden llegarle, pero ahí está él para arrasar el área contraria. El portugués ha jugado los tres encuentros de la competición y marcado siete de los doce tantos blancos. El récord de goleadores en la fase de grupos está en ocho tantos. Los hicieron Van Nistelrooy, Inzhaghi y Hernán Crespo. El madridista está a sólo un tanto de empatarlos y le quedan tres partidos aún. Esta temporada tiene hambre de fulminar todos los récords. Con Ronaldo al frente, el Madrid confía en acabar con un pasado para olvidar sus partidos en el campo de la Juve. Ha jugado seis veces en la Copa de Europa, ha perdido cinco. En el fútbol existen rivales malditos y el rival de hoy es uno de ellos. La última vez fue en la temporada 2008/09: 2-1 perdió el equipo blanco. Cuatro años antes, se jugaba el pase a los cuartos de final, tras haber ganado en la vuelta (1-0). Pero marcó Trezeguet y en la prórroga Zalayeta eliminó a un Madrid al que le crecía un muro insalvable en esa eliminatoria.

En las semifinales de la temporada 2002/2003, el Madrid se presentó en el campo de la Juve tras haber ganado en el Santiago Bernabéu por 2-1. Fue una mala noche para el equipo que entrenaba Vicente del Bosque. Perdía por dos tantos, cuando le hicieron un penalti a Ronaldo. Lo lanzó Figo. Mal, flojo. El Madrid recibiría un gol más y quedaría eliminado otra vez en Turín. Yendo para atrás no mejoran los recuerdos blancos. En los cuartos de la 95/96, como siempre, el Madrid ganó el partido de ida en casa con un gol de Raúl. Perdió en Turín por 2-0. Otra vez fuera.

La Quinta del Buitre también fue derrotada 1-0 en 1986/87, es decir, igualaba el resultado que se había dado en el Bernabéu. En los penaltis, se clasificó el equipo español. Hoy, la memoria del Madrid tiene que irse más lejos. Ronaldo no puede pensar en el pasado inmediato, tiene que irse a los partidos que ahora sólo somos capaces de recordar en blanco y negro. A 1962, cuando Di Stéfano controla un balón cerca del área y remata, bajo, duro y a la izquierda. Gol. Ha sido la única victoria del Madrid contra la Juve en Turín. Ronaldo levanta el dedo. Él está en el conjunto blanco para poner los récords antiguos en color.