Rotaciones inútiles

Cillessen, Digne, Aleix Vidal, Mathieu. Son los cuatro primeros nombres de la alineación del Barcelona ante el Alavés. Una cosa es fondo de armario, otra muy distinta salir a jugar con mayoría de suplentes. Luis Enrique arriesgó demasiado y llegó la primera derrota de la temporada. Esta vez se priorizó la Champions pensando que se ganaría al equipo vitoriano sin tener que desgastar a las vacas sagradas. Craso error. Prescindir en un mismo partido de Piqué, Iniesta, Messi y Suárez debería estar prohibido. Es el primer aviso de la temporada, los refuerzos han llegado para completar, no para sustituir de forma mayoritaria a los teóricos titulares. Los nuevos deberían ser recambios que no se noten a lo largo de la temporada, no un equipo entero cambiando en un partido. Luis Enrique siempre se ha caracterizado por saber hacer las rotaciones con cuentagotas y en los momentos oportunos. El sábado se le fue la mano.

- Messi siempre

Sabíamos que estaba recuperado. Entrenó bien los últimos días y, si hubiera sido un partido a priori menos cómodo, habría jugado. El problema es que quiso reservarse y tampoco querían indignar a los argentinos, pendientes de si jugaba para reprocharle su ausencia ante Venezuela. Cuando salió a calentar, el Camp Nou respiró aliviado. Messi es el más grande, pero tampoco se le pueden pedir milagros. El enredo ya era difícil de arreglar y el Alavés demostró seriedad táctica. Ojalá hayan aprendido la lección: Messi debe jugar.

- Neymar, espabila

Sin Suárez ni Messi de inicio, el protagonismo fue para el brasileño. Tras 108 días fuera, regresó y al tercer día ya fue titular. Se le notó que sigue con la cabeza en Brasil y quizá en sus nuevas canciones. El club ha hecho un esfuerzo para renovarle, él debe responder a la altura y en un partido así tirar del carro. No lo hizo, falló. A espabilar. Primer aviso.