Fútbol

Fútbol

Un penalti imposible de olvidar

La Razón
La RazónLa Razón

Quizá el partido con el Sevilla, quizá la vuelta a la competición, consiga que el Madrid se olvide del empujón de Mascherano a Ronaldo. Que deje de dar vueltas a la jugada cuando vuelva la rutina competitiva. O quizá no. La polémica persistirá; lo que se calmará será la rabia que sienten muchos madridistas. «En el partido contra el Barcelona existen tres posibles penaltis, dos difíciles de ver y uno clarísimo que todos vieron y no quiso pitar–dijo el ex futbolista del Madrid Isidoro San José, en Eurosport Yahoo–. Creo sinceramente que el árbitro tuvo mucho que ver en el resultado».

Cristiano Ronaldo lo tuvo tan claro que, tras acabar el encuentro, se cruzó con Puyol, que estaba en el banquillo, y se lo volvió a explicar. Ronaldo se toca la espalda, para dar a entender que había sido ahí donde le dio Mascherano para tirarle al suelo, y le dice que lo más justo es que el encuentro hubiese terminado con un empate a uno. Puyol, con los brazos abiertos, le explica que él no lo ha visto, que también han pasado otras cosas durante el choque. Pese a la tensión y a que el Madrid no estaba nada satisfecho de cómo había terminado todo, la conversación transcurrió con normalidad.

Son dos compañeros de profesión que se han peleado mucho en el campo, pero que se respetan. Puyol no es como Busquets, que tocándose los ojos le dio a entender a Ronaldo que era un llorón. O Messi, que se ríe irónicamente hasta que Modric le da un toque para que no haga burla de la desesperación ajena. Puyol recibe a Cristiano, le escucha y le da sus razones. Hay un momento de la acción en el que llega Chendo, que cree que va a tener que separar a dos futbolistas tan pasionales, pero enseguida se da cuenta de que es una charla normal. Cristiano considera que Undiano Mallenco se ha equivocado gravemente y no tiene nada que echarle en cara a Puyol, que no ha disputado el encuentro. El central del Barcelona entiende a su rival y lo que ha pasado en el campo, y le explica su punto de vista.

Los dos futbolistas se abrazan y se retiran juntos a los vestuarios.