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Historias del balón

El único país del mundo que no existe en los mapas pero tiene himno, ejército y un equipo capaz de ganar al Real Madrid

Este estado fantasmal no es reconocido a nivel internacional pero el fútbol logró colocarlo en el mapamundi con una hazaña que sus aficionados jamás olvidarán

El único país del mundo que no existe en los mapas pero tiene himno, ejército y un equipo capaz de ganar al Real Madrid @SheriffTiraspol

En el corazón de Europa del Este sobrevive un Estado fantasmal que conserva banderas soviéticas, monedas de plástico y su propia Constitución. No aparece en los mapas, pero funciona como un país. Tiene bandera, Constitución, moneda propia, ejército y hasta un equipo de fútbol que lleva con orgullo haber ganado al Real Madrid.

No son muchos los equipos que pueden sacar pecho y decir que le ganaron al Real Madrid de visitante, en el mítico Santiago Bernabéu, y el rango se reduce si hablamos de Champions League, el torneo más exigente del mundo a nivel de clubes. Uno de los pocos que logró esto fue el Sheriff Tiraspol, un humilde elenco proveniente de un país inexistente (Transnistria) que se terminó ganando el cariño de millones de fanáticos en todo el mundo.

El 28 de septiembre de 2021 es un día que quedará guardado en la historia del equipo que milita en la liga de Moldavia, un día muy especial que marcó un antes y un después en la historia del club.

Y también ha quedado grabado como una noche gris para el cuadro Merengue, que sufrió una de las derrotas más inesperadas de su largo camino en la competición continental. Hablamos del equipo más grande del planeta contra uno de un país inexistente.

Con goles de Jasurbek Yakhshiboev y Sébastien Thill, a los 89', la visita se quedó con mucho más que tres puntos, se quedó con una hazaña que sigue siendo recordada por los aficionados.

Un dato curioso es que Yuriy Vernydub, el entrenador que le ganó al Real Madrid en el Bernabéu terminó uniéndose al ejército ucraniano para combatir con Rusia.

Las Avispas, tal como se los apoda se convirtió en el primer equipo de Moldavia en jugar en Champions y aunque suene fácil, su situación geográfica es un tanto más complicada. Si bien juega en la liga de aquel país, su ciudad, Tiraspol, es la capital de la autoproclamada República de Transnistria, no reconocida internacionalmente.

Una cápsula del tiempo soviética

Tiraspol es una ciudad ubicada en la orilla oriental del río Dniéster. Tiene algo más de 130.000 habitantes y es la capital de Transnistria, autoproclamada república, aunque sin reconocimiento político por parte de las autoridades internacionales. Oficialmente forma parte de Moldavia, en la frontera con Rusia y Ucrania, pero tiene su propio gobierno, idioma, moneda, policía, ejército y hasta hay un paso fronterizo para llegar hasta Chisináu, la capital moldava.

Transnistria nació de las cenizas de la antigua Unión Soviética. Cuando en 1991 cayó el telón de acero, la Transnistria rusa decidió separarse de la joven República de Moldavia y declarar su independencia unilateral. El conflicto estalló entre los separatistas armados por Rusia y Moldavia. Un cese al fuego se firmó en 1992, pero desde tres décadas ninguna solución concreta ha sido encontrada para dar un estatuto oficial a Transnistria. Tras el alto el fuego, el ejército ruso se asentó en la zona, «una garantía de seguridad» para Tiraspol, «una amenaza» para Moldavia. En el 2006, se celebró un segundo referendo, ganando la opción independentista por un 97,25% de los votos.

En la actualidad, no ha cambiado demasiado la situación. Tras la anexión de Crimea en el 2014, el presidente del parlamento de Transnistria pidió unirse también a la Federación Rusa, pero no lo logró. La organización no gubernamental estadounidense Freedom House califica a Transnistria como un territorio «no libre».

Pese a estar a 200 kilómetros de los territorios de la Unión Europea, Transnistria se ha resistido al impacto de la cultura occidental y a día de hoy aún se vive la nostalgia por los tiempos de la URSS, con memoriales y edificios con el “martillo y la hoz”.

Fundado por dos ex KGB

En este escenario aparece el FC Sheriff, un club con raíces en la antigua Unión Soviética y en el KGB, su servicio secreto.

El conjunto fue fundado en 1997 por una empresa perteneciente a dos ex agentes de la KGB (la agencia de policía secreta de la extinta Unión Soviética), Ilya Kazmaly y Viktor Gushan, y que controla gran parte de los negocios de la República Moldava Pridnestroviana, nombre oficial de Transnistria.

Esta empresa empezó prestando servicios de transporte, alimentos, construcción y medios de comunicación y acabó entrando también en el deporte a través del fútbol con la fundación de un equipo, que ya disputó la Liga Europa, y ahora busca hacer historia en la Champions.

Dos españoles en sus filas

Dos españoles han pasado por su plantilla. A mediados de junio de 2013, el técnico catalán Juan Ferrando Fenoll empezó a entrenar al Sheriff Tiraspol , ganador de la Primera división Moldava, con el que levantó su primer título: la Supercopa Moldava. Con este equipo también consiguió un histórico 0-5 en el campo del Sutjeska que llevó a los moldavos por primera vez a disputar la tercera ronda de previa de la Champions League. El 13 de diciembre de 2013 abandonó el club. Otro español en sus filas fue centrocampista sevillano, José Ángel Jurado, que jugó con el club la temporada 2018-19.

Esta temporada, el Sheriff se mantienen en la parte alta del campeonato moldavo y se clasificaron a las rondas previas de la Europa League, donde quedaron eliminados en segunda ronda (perdieron ante Elfsborg). En Conference League también cayeron ante el NK Olimpija Ljubljana. Pero hagan lo que hagan en Europa hay una noche que seguirá grabada con letras de oro en la memoria colectiva de sus aficionados.