El regreso de Xabi Alonso al Real Madrid marca el inicio de una etapa cargada de emoción, ambición y fidelidad a los valores históricos del club. En el acto de presentación, Florentino Pérez destacó el profundo vínculo del club con su afición y la herencia de trabajo, sacrificio, humildad, respeto, compañerismo y solidaridad que definen al Real Madrid. Y que Xabi Alonso había dejado una huella indeleble: "Representa los valores del Real Madrid” y cuyo vínculo con el club va más allá de lo profesional “"Ganaste seis títulos que marcaron una etapa”, dijo, refiriéndose a su impacto en el Real Madrid y al respeto ganado en toda Europa. También hizo mención a sus inicios como entrenador en las categorías inferiores del club: “Sabíamos cuál iba a ser tu destino cuando entrenaste al Infantil A”, aseguró.

Por su parte, Xabi Alonso expresó con emoción lo que representa este nuevo reto en su vida. “Es un día muy especial, un día que voy a tener marcado en mi calendario de por vida”, afirmó. Visiblemente emocionado, agradeció la oportunidad y la confianza depositada en él. “Estoy feliz de estar aquí, en mi casa; el vínculo con el madridismo nunca ha dejado de existir y ha vuelto a renacer”, comentó. Consciente del reto que asume, subrayó que comienza esta etapa con “energía e ilusión”, y convencido de que el club y su gente están preparados para seguir creciendo. Consciente de las expectativas, Alonso prometió trabajo y que llegaba "con la convicción de conseguir cosas dignas del Real Madrid, que la afición esté orgullosa del equipo que esté en el campo. Que se transmitan emociones y alegrías, que digan ese es es el equipo que me gusta, ese es mi Real Mdrid. Podemos empezar algo bonito y ¡hala Madrid!", acabó en su presentación.

"Hacer un equipo"

Se explayó más ante la Prensa: "Nuestro deber es siempre mejorar en cualquier faceta del juego”, afirmó, dejando claro que la mejora constante será una de las piedras angulares de su proyecto. Desde el primer momento, Alonso remarcó su voluntad de trabajar en sintonía con el club. “Desde que soy entrenador del Real Madrid quiero consensuar con el club cómo mejorar”, explicó. No se trata únicamente de imponer una idea, sino de construir sobre la base existente, analizando el potencial del equipo y ajustándolo a su propuesta. “La plantilla es buena y tengo muchas ganas de trabajar con ellos”, añadió, con un tono sereno pero ilusionado.

Sobre el desafío de liderar al club blanco, no mostró temor alguno. “No me da vértigo, el reto es bonito y eso habla bien de la época anterior”, dijo, en alusión al ciclo que culmina y del que toma el relevo. Para Alonso, más que una carga, es una oportunidad de aportar continuidad y evolución: “Queremos hacer cosas que enciendan a la gente. A eso venimos”.

Uno de los puntos centrales de su comparecencia fue la concepción del fútbol como trabajo colectivo. Aunque reconoció el talento individual de la plantilla, subrayó que “dependemos de los jugadores, son de altísimo nivel competitivo, pero el reto es hacer un equipo y que todos vayamos a una”. En esa línea, defendió que lo fundamental será “un sentido colectivo” que permita armonizar aspectos clave como la presión, la salida de balón y el control de los partidos. “Eso nos dará estabilidad”, sentenció.

Alonso considera que este es el momento idóneo para asumir el banquillo madridista. “Se han dado las circunstancias para llegar antes del Mundial. Así nos conocemos, adelantamos procesos y la ambición de ganar un título”, argumentó. Esta anticipación le permitirá implantar su idea con tiempo y preparar al equipo con una base sólida antes de las exigencias de la temporada.

En cuanto a su idea de juego, detalló que busca un equipo dinámico, capaz de adaptarse a distintas situaciones y que transmita emoción en cada partido. “Hay que ser dinámicos, mover piezas, tengo una idea y quiero que el equipo transmita emoción, energía y que conecte con la gente”, afirmó. También hizo hincapié en el control como una herramienta táctica esencial: “Me gusta que sepamos elegir los momentos, tener control con balón y sin balón, que sepamos qué hacer”. En su opinión, manejar distintos contextos de juego y llevar la iniciativa serán elementos clave en su propuesta.

Mbappé, Vinicius y Rodrygo

Sobre las estrellas del equipo, Alonso se mostró entusiasmado, pero también consciente de la responsabilidad de gestionar tanto talento. “Es una suerte tener jugadores de ese nivel, marcan las diferencias”, dijo refiriéndose a Mbappé y Vinicius, dos figuras que definirán el ataque madridista. “Tengo ideas y quiero, en este tiempo, trabajar y que sientan lo que quiero”, explicó, dejando claro que su intención es integrar su filosofía con las características de los jugadores, no forzarlos a encajar en esquemas rígidos.

También tuvo palabras para Rodrygo, al que definió como “un jugador espectacular” y aseguró que hablará con él, como con el resto de la plantilla, para conocerse y entender las necesidades individuales y colectivas. Esa cercanía, afirmó, será parte de su forma de dirigir. “Necesito proximidad y cercanía con los futbolistas, necesito esa conexión para sentir qué está pasando, cómo está cada jugador. Soy el entrenador, pero me gusta estar cerca de ellos”.

Modric y Bellingham

Xabi Alonso no ocultó su admiración por Luka Modric. “No soy objetivo, tuvimos química”, confesó sin revelar si tuvo al que ver con su salida. Sobre Jude Bellingham, su análisis fue rotundo. “Es un jugador especial. Lo conozco de Alemania, es un jugador de época”, aseguró. El técnico considera que será una pieza clave en los próximos años y quiere potenciar su rendimiento ubicándolo como centrocampista. “Quiero que sea lo más eficiente posible”, añadió.

Su trabajo parte del entendimiento con los jugadores y de colocar a cada uno en la mejor posición posible. “Lo bueno es tener buenos jugadores. Luego ya, es mi problema”, acabó.