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Gema Hassen-Bey seduce a Obama

La «hand-bike» con la que Gema Hassen-Bey subió el pasado mes el Monte Abantos
La «hand-bike» con la que Gema Hassen-Bey subió el pasado mes el Monte Abantoslarazon

El presidente de Estados Unidos ha elegido su reto: ser la primera mujer en sillas de ruedas en subir al Kilimanjaro, para que la ex esgrimista olímpica lo exponga en la VI Cumbre Mundial de Emprendimiento, que celebra este fin de semana en Nairobi.

Habla con voz dulce, agradecida a la vida y a todos; con una calma y un entusiasmo que contagia y nos hace sentirnos pequeños a los demás. Gema Hassen-Bey tiene un reto que hasta a Obama ha seducido: ser la primera mujer en silla de ruedas en subir el Kilimanjaro. La madrileña, en silla de ruedas desde que tenía 4 años, que ha participado en cinco Juegos Paralímpicos consecutivamente, ganadora de dos medallas olímpicas en esgrima, podrá contar su proyecto «deportivo, de emprendimiento social» este fin de semana en Nairobi de la mano del presidente de Estados Unidos, quien ha elegido, entre otros, el reto de Gema Hassen Bey para ser expuesto en la VI Cumbre Mundial de Emprendimiento (GES) 2015, que por primera vez Barack Obama ha querido que tenga lugar en África.

Algo que a Gema le hace especial ilusión (lógico) por muchos motivos. «Para mí es algo muy bonito poder difundir mi reto a nivel mundial y hacerlo, además, muy cerca del Kilimanjaro, con el que Nairobi hace frontera», cuenta emocionada a La Razón mientras hace la maleta para viajar mañana a África.

Gema está esperanzada, además y ojalá, con que esta cumbre le abra las puertas a nuevas vía de financiación para su «Motivational Challenge». A la GES 2015 acude, por ejemplo, uno de los diez programas de televisión más importantes para emprendedores, «Shark Tank» de la BBC, que versa sobre un grupo de inversionistas (conocidos como «sharks» o tiburones) a quienes varios emprendedores muestran sus proyectos en busca de financiación.

Porque el reto del Kilimanjaro de Gema Hassen-Bey es mucho más que un desafío a nivel personal, del que ya tiene su vida colmada. «Es la parte social la que me convención», decía en octubre de 2014 cuando empezó a prepararse físicamente para poder subir los 5.895 metros de altitud de la montaña más alta africana sólo con la fuerza de sus brazos. «Mi cuerpo ha empezado a cambiar. Los últimos análisis dicen que mi corazón ha crecido, también mi fuerza y la capacidad pulmonar», cuenta triunfal ahora después de haber coronado el pasado mes el Monte Abantos (1.753 metros, en once horas y media) sobre su «hand-bike», la primera de las cinco cumbres que sucesivamente y como preparación deberá conquistar Gema antes de enfrentarse al Kilimanjaro. En su agenda está la Bola del Mundo, Sierra Nevada, alguna en Sudamérica, el Atlas y el Ararat (Turquía).

El espíritu de Gema Hassen-Bey queda ilustrado en dos frases suyas que siempre repite, dignas de pasar a la historia: «Si te mueves tú, el mundo se mueve» y «Para los que lo pasan mal, se puede soñar en grande». Frases que forman parte de su decálogo emocional para mantener a lo largo de los años la capacidad de disciplina, de sufrimiento y de trabajo que posee y conseguir el fin último de su reto: el avance tecnológico «para las personas que nos llaman discapacitadas», un término que ella ni se cree ni le gusta. «Somos ayudados, pero podemos ayudar al mundo», que es lo que se propone Gema con el diseño de la silla y los pantalones especiales que necesita para subir el Kilimanjaro.

Dicha silla, que necesita en selva, montaña y nieve, a la que aún le faltan retoques, propiciará que las personas con problemas de movilidad o lesiones medulares, puedan transitar por cualquier tipo de terreno. «La única que hay en el mundo (con la que subió el Monte Abantos) es para hombre y lo paso fatal. La pieza con la que diriges la bici me da en el pecho, además pesa mucho y es muy grande», relata Gema. Son mejoras que deberán irse produciendo, como será una revolución la firma que apueste por los pantalones que necesita Gema en alta montaña. «Los que hay ahora guardan el calor que uno produce, pero la gente como yo no producimos calor; necesitamos una prenda que lo proporcione». Todo un avance para la sociedad, que es el mayor placer que podría conseguir Gema Hassen-Bey. Y todo esto va a tener la oportunidad de contárselo al hombre más importante del mundo, Barack Obama, ya que el presidente de los Estados Unidos ha optado por darle la relevancia que merece al reto de Gema Hassen-Bey.