Fútbol
Gol decisivo de Suárez y promesas de Messi en el Gamper
Leo Messi volvió a esperanzar a la afición azulgrana con el triunfo en la Liga de Campeones, aunque fuera en un tono más discreto que el de la temporada pasada. Pero el argentino no jugó y no pudo defender su discurso desde el césped. En el fondo se trataba sólo de la presentación del Barcelona en un amistoso, el clásico Joan Gamper.
Messi dejó el brazalete en el brazo de Piqué y la responsabilidad en ataque sobre las espaldas de Griezmann. El francés se estrenaba ante su público en el Camp Nou, que lo recibió con opiniones divididas. Aunque eran más los aplausos que los pitos.
El «17» azulgrana lleva toda la pretemporada jugando como «falso nueve», pero sin encontrar su verdadero sitio. Le anularon un gol por fuera de juego y no acaba de encontrarse a gusto. Le falta participación en el juego, como estaba acostumbrado en el Atlético de Madrid. Allí colaboraba en la creación desde el comienzo. Y también en la destrucción. No era extraño verlo retroceder hasta el borde de su área para defender. En el Barcelona no le exigen tanto esfuerzo, pero tampoco tanto protagonismo. Y tiene que adaptarse aún a ese nuevo rol.
Cuando Luis Suárez entró para ocupar ese lugar como delantero centro, la situación cambió. El uruguayo decidió el partido y el trofeo que organiza el Barcelona se quedó en casa. Suárez remató de media chilena un pase adelantado de Sergi Roberto para definir el partido.
Para el Barcelona se había puesto complicado el partido después del gol de Aubameyang que adelantaba al Arsenal. Recibió un pase de Özil en el borde del área, se giró y remató a la escuadra, donde no llegaba Neto. La igualada del Barcelona llegó de manera involuntaria, en un pase atrás del lateral derecho del equipo visitante, Maitland Niles, que no era consciente de que su portero había abandonado su sitio. La pelota se dirigió sin oposición a la línea de gol. Sólo Sokratis Papastathopoulos se esforzó por llegar hasta allí a intentar evitarlo, pero no lo consiguió.
En el Arsenal apareció Ceballos en los últimos minutos para mover al equipo desde una posición adelantada. Más o menos como Özil. Y no tardó mucho en llevarse su primera patada de Lenglet. Una durísima entrada que no venía a cuento.
En el Barcelona volvieron a tener su oportunidad los canteranos. Riqui Puig manejó con criterio el centro del campo. Es un jugador con cualidades muy aprovechables para el equipo azulgrana, pero con mucha competencia en su zona. Para eso ha llegado Frenkie de Jong, elegido el mejor del partido, pero muy crítico con su juego y con el del equipo.
Como Carles Pérez, el extremo izquierdo que brilló en la victoria en Japón ante el Vissel Kobe de Guardiola y Villa, y que desplazó en el comienzo del encuentro a Dembélé al costado derecho.El Barcelona sigue sumando, aunque su fútbol todavía no es el que espera la afición. Lejos del Barça de siempre.
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