Automovilismo

Hamilton, a por el récord de Schumacher

El inglés ya suma seis títulos, supera a Fangio y en 2020 podría empatar con Michael Schumacher, el mejor piloto de la historia

Hamilton, a por el récord de Schumacher
Hamilton, a por el récord de Schumacherlarazon

El inglés ya suma seis títulos, supera a Fangio y en 2020 podría empatar con Michael Schumacher, el mejor piloto de la historia

Sus números en la Fórmula 1 lo dicen todo. Seis títulos; 248 carreras; 83 victorias; 87 “pole position”; 46 vueltas rápidas; 150 podios... Cuando Fernando Alonso aterrizó en McLaren en 2007, con dos coronas en el bolsillo y con un futuro a corto plazo alucinante, apenas podía imaginar que ese piloto tan joven procedente de la GP2 y sin experiencia en F-1 que tendría como compañero iba a suponerle el mayor problema de su trayectoria deportiva. Era Lewis Hamilton.

Irrumpió en la Fórmula 1 aquella temporada, y nadie predijo (pocos, muy pocos) que sería uno de los mejores pilotos de la historia. Ni siquiera que aquel año lucharía por el título contra su propio compañero, Fernando Alonso, y Kimi Raikkonen, que militaba en Ferrari. Pertenecía a McLaren desde que tenía 11 años, la escudería inglesa pagó toda su formación en las categorías inferiores y cuando terminó la GP2 en 2006, con el campeonato en el bolsillo, Ron Dennis (jefe de McLaren) se enfrentó a un gran dilema: arriesgar y colocar a Lewis, un novato, como piloto titular o esperar un año para hacerlo como reserva y aprender. Dennis se la jugó, acertó y el más perjudicado en ese sentido fue un piloto español que tenía prácticamente asegurada la titularidad junto a Alonso después de pasar mucho tiempo como piloto de pruebas. No era otro que Pedro de la Rosa, que debió encajar uno de los “palos” más grandes de su vida deportiva.

12 años después, aquel indolente piloto conquistó su sexto título, una cifra que le coloca por encima del mítico piloto argentino Juan Manuel Fangio, un hito que acerca al inglés al mejor piloto de la historia, Michael Schumacher, que ostenta siete. Hamilton es historia viva de este deporte, sólo por detrás del heptacampeón alemán, y lo hace gracias a sus virtudes como piloto dentro de la pista, pero también por la manera de gestionar su trayectoria lejos del asfalto, en los despachos. Y si para eso debía” despedir” a su padre como representante no tenía ningún problema en hacerlo. En 2013, cuando nadie lo esperaba, fichó por Mercedes y abandonó McLaren, su casa, la compañía que le había convertido en campeón en 2008. Sin embargo, necesitaba un cambio y eligió el gigante alemán con todo el riesgo que eso suponía. Pero sabía donde iba. Hamilton y su entorno conocen bien lo que se mueve en la milla de oro de la F-1, la zona situada al norte de Londres donde se concentran la mayoría de las escuderías. Y no se equivocó. Ganó el título en 2014, 2015, 2017, 2018 y ayer alcanzó su sexta corona. Lo hizo sin asumir riesgos, luchando en las primeras vueltas, pero sin perder la perspectiva. Es el mejor piloto, el que más títulos tiene entre los pilotos en activo y por supuesto, el que más gana (137.000 euros brutos diarios). Y también, el que más enseña su vida privada, diurna y nocturna. No tiene ningún problema en mostrar sus festines (otros lo tienen, no lo hacen o prefieren no enseñarlo) y en Mercedes saben que no pueden opinar sobre esta cuestión. Sus resultados le avalan.