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Atletismo

Histórico sexto puesto de Asier Martínez en la final de 110 vallas

El navarro de 21 años se salta todos los plazos para lograr un diploma olímpico con la mejor marca de su vida (13.22). El jamaicano Parchment sorprendió al estadounidense Holloway

Asier Martínez, sexto en la final de 110 metros vallas
Asier Martínez, sexto en la final de 110 metros vallasDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

“Estoy hay que celebrarlo con una buena juerga con la cuadrilla y con mi gente de los entrenamientos”, decía Asier Martínez en TVE después de hacer historia en la final de los 110 vallas. El navarro (22-4-2000, Zizur Mayor) llegó a Tokio como campeón de Europa sub’23, para aprender. Y se va con una histórica sexta plaza y habiendo mejorado en dos ocasiones su plusmarca personal. Los 13.22 que le llevaron al diploma olímpico son un anuncio de lo que está por venir. “Cada carrera ha sido lo mejor que me ha pasado hasta ahora. He demostrado la competitividad y lo que tenía en las piernas y ha salido en el lugar en que tenía que salir”, afirmó.

Sin Orlando Ortega, que estaba convencido como se demostró después que el estadounidense Grant Holloway era batible, el atletismo mundial ha descubierto a un navarro con un margen de mejora que no tiene techo. Su cita olímpica era en París 2024, pero se ha adelantado tres años. Se coló en la final por tiempos con la que era la mejor marca de su vida (13.27). Estaba en la calle 2 en una final en la que el gran favorito era el estadounidense, el segundo más rápido de la historia sólo por detrás del plusmarquista mundial Aries Merrit. Pero Holloway se topó con el jamaicano Hansle Parchment (13.04) y sólo fue plata (13.09). Otro jamaicano, Ronald Levy, completó el podio con 13.10.

La carrera de Asier fue de menos a mucho más. Se retrasó en abandonar los tacos con la peor salida de los ocho finalistas, pero su progresión en los últimos 30 metros le llevó a superar al británico Pozzi -campeón mundial en pista cubierta en 2018- y al francés Manga. El navarro llegó a Tokio con una mejor marca de 13.31 y en sus dos últimas carreras la bajó casi una décima. Ningún otro finalista puede presumir de haber protagonizado la mejor carrera de su vida en una final olímpica. Ningún otro vallista en la historia del atletismo español, salvo Orlando Ortega con su plata en Río, está por delante de Asier. Javier Moracho fue séptimo en Moscú 80; Carlos Sala repitió puesto en Los Ángeles 84 y Jackson Quiñonez fue octavo en Pekín 08.

Asier es uno más en su club el Pamplona Atlético. De madre vallista, estudia Ciencias Políticas en Bilbao y desde los 16 años es entrenado en la capital navarra por François Beoringyan. El técnico, nacido en El Chad, lleva 19 años en Pamplona y reveló en Radio Marca el objetivo del vallista: “Tokio no era el objetivo. El objetivo era hacer una marca para Tokio que nos llevara a pensar que en tres años podíamos estar en París, pero...”. Asier se ha saltado todos los plazos. El cuarto en el Europeo y el título continental sub’23 llevaron a Beoringyan a apuntar más arriba. “Le dije que su objetivo era entrar en la final porque entre la temporada que estaba haciendo, que había hecho buenas marcas, y que este año algunos atletas llegaban con marcas del 2019 y no habían podido entrenar bien ni competir, se abría una puerta pequeñita para entrar en la final. No teníamos nada que perder”. Y revela la clave de su pupilo: “Tiene una capacidad para competir tremenda. Parece que llevara toda la vida haciendo esto. Ha apostado por el atletismo y su vida es estudiar, entrenar, comer y dormir”. Para la final le dije “sueña, dale caña y ya veremos”.