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El reto de Valverde

La selección de ciclismo viajó ayer a Río con Alejandro como principal candidato para ganar el oro en la prueba en línea

Alejandro adaptó su calendario para llegar en el mejor momento. @alejanvalverde
Alejandro adaptó su calendario para llegar en el mejor momento. @alejanvalverdelarazon

«Un lujo compartir con estos dos artistas esta bonita experiencia. #Río2016», decía el seleccionador español de ciclismo, Javier Mínguez, en su cuenta de Twitter antes de salir hacia Brasil para disputar los Juegos Olímpicos. La prueba en línea es una de las primeras en disputarse. El día 6 el ciclismo repartirá sus primeras medallas y Mínguez tiene la esperanza de que allí Valverde encuentre el oro que se le escapa desde hace años en los Mundiales.

«Valverde y cuatro más», ha repetido en las últimas semanas el seleccionador cuando se le preguntaba por el equipo que iba a representar a España en Río. «Valverde es mi caballo», ha dicho en años anteriores antes de acudir a los Mundiales. La confianza de Mínguez en el murciano es absoluta, consciente de que no hay ningún ciclista español tan fiable como él en las pruebas de un día. Alejandro, además, ha modelado su calendario para llegar a Río en el mejor momento de la temporada. Modificó su programa de competición original para no sobrecargar sus piernas de kilómetros. Renunció a la Amstel Gold Race, la única clásica del tríptico de las Ardenas que se le resiste, y a las clásicas del pavé en las que tenía previsto debutar, con vistas a los Juegos.

La carrera de Río y el Giro, en el que subió al podio, eran sus principales objetivos. Pero la medalla olímpica le hace especial ilusión. «El objetivo está más adelante», decía después de hacer una gran cronoescalada en el Tour en los últimos días de carrera. Había llegado a Francia para ayudar a Nairo Quintana y a eso se dedicó, aunque las fuerzas del colombiano no respondieran. Él se conformó con ser sexto, una extraordinaria preparación para convertirse, ocho años después del triunfo de Samuel Sánchez en Pekín, en el segundo campeón olímpico del ciclismo español.

«Un honor y una responsabilidad representar a España en mis cuartos Juegos Olímpicos. Paso a paso. Primero el Tour, después a Río», decía Alejandro cuando conocía la convocatoria olímpica. «Con mucha ilusión hacia mis cuartos Juegos», aseguraba ayer en su cuenta de Twitter. Para que esté cómodo y seguro, Mínguez le ha rodeado de tres compañeros suyos en Movistar. Erviti, Castroviejo y el pequeño de los Izagirre, Ion, el único ganador de etapa español en el pasado Tour, estarán a su lado para intentar llevarle hasta lo más alto del podio. «Con Alejandro, el objetivo es darlo todo, intentar hacerlo lo mejor posible, para que llegue al final con todas las opciones de disputar la medalla. Para eso vamos», reconoce Jonathan Castroviejo, el único de los convocados que no ha participado en el Tour, lo que en principio parecía una exigencia para el seleccionador.

La retirada de Alberto Contador en el Tour dejó a Mínguez sin uno de los posibles líderes del equipo. Al único ciclista español que ha ganado las tres grandes se le adaptaba perfectamente el recorrido olímpico, mucho más duro de lo que suele ser habitual en los Mundiales, a los que ha renunciado de manera frecuente. Sin Contador, el seleccionador ha podido hacer un equipo a la medida de Valverde, un grupo homogéneo en el que todos estén encantados de trabajar para su líder. Como si corrieran con su equipo.

Y, por si falla Alejandro, Mínguez se lleva a Joaquim Rodríguez, Purito, ante la última gran competición de su carrera. El catalán fue cuarto el pasado sábado en la Clásica de San Sebastián, justo por detrás de Valverde. «He disfrutado mi última carrera en España», decía Purito tras acabar en San Sebastián.

Castroviejo, a mejorar su mundial

La temporada comenzó torcida para Jonathan Castroviejo, que tuvo que estar parado casi cuatro meses después de lesionarse dos vértebras en la Vuelta al Algarve. Se quedó fuera del Tour –«un palo», dice él– pero le llegó la llamada de Javier Mínguez cuando disputaba la Vuelta a Polonia. «Castro» es la principal opción de medalla española en la contrarreloj. En el último Mundial se quedó a tres segundos del podio y en los Juegos de Londres sólo once segundos le separaron del octavo puesto, el último que concede diploma olímpico. «¿Por qué no puedo estar ahí?», se pregunta.