Río 2016
lawal, cuando una lesión no es lo peor
La vida de Shane Lawal no ha sido sencilla. Su último contratiempo lo ha vivido en Río. El pívot del Barça que hoy se iba a enfrentar a España se rompió ante Argentina el tendón rotuliano de la rodilla izquierda. La pasada temporada ya estuvo tres meses de baja por una lesión en el menisco de la rodilla derecha. Y las lesiones no han sido lo peor.
Lawal, un pívot muy atlético de 29 años, es un trotamundos. Cuando salió de la universidad atendió la llamada de los dólares qataríes. Luego pasó por Guadalajara, Libia, Logroño, Italia y Kazajistán hasta llegar al Palau. Los problemas económicos que sufrió en el equipo alcarreño de la tercera división del baloncesto español le llevaron hasta Bengasi. Llegó a Libia y en cuestión de días estalló el conflicto entre Gadafi y los rebeldes. Jugó tres partidos y se vio obligado a pasar diez días encerrado en un hotel en Bengasi junto a su compañero de selección Oguchi. «Estuvimos diez días sin teléfono ni internet, con problemas para conseguir comida y escuchando disparos», recuerda Lawal. Unos trabajadores brasileños de una petrolera les aseguraron que si eran capaces de lograr un vehículo y llegar al puerto podrían escapar en un barco. «Fue el viaje en el que he pasado más miedo en mi vida», dice el pívot. Llegaron al puerto en medio de incesantes tiroteos y gritando que eran estadounidenses. Junto a 150 refugiados embarcaron en un buque de la Armada inglesa. Llegaron a Malta, de allí viajaron a Egipto, Turquía y Nueva York para, finalmente, llegar a su casa en Detroit.
Lawal era una de las piezas interiores importantes en el equipo de Will Voigt, fuera asistente de vídeo de Popovich durante dos años en los San Antonio Spurs. El balance olímpico de los nigerianos no es para presumir. Han perdido los dos partidos, como España. Y en Londres, hace cuatro años, encajaron la mayor derrota de la historia de los Juegos: 156-73 ante EE UU, 83 puntos de diferencia.
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