Brasil

Tras las huellas de Rafa Lozano

Lozano, ahora seleccionador español de boxeo, ganó dos medallas olímpicas: un bronce en Atlanta y la plata en los Juegos de Sidney. Samuel Carmona y Youba Sissokho, los únicos representantes españoles clasificados, intentarán emular a su preparador a partir de mañana

Los boxeadores Samuel Carmona y Youba Sissokho entrenan con Rafa Lozano
Los boxeadores Samuel Carmona y Youba Sissokho entrenan con Rafa Lozanolarazon

Lozano, ahora seleccionador español de boxeo, ganó dos medallas olímpicas: un bronce en Atlanta y la plata en los Juegos de Sidney. Samuel Carmona y Youba Sissokho, los únicos representantes españoles clasificados, intentarán emular a su preparador a partir de mañana

Los tatuajes que marcan la espalda de Samuel Carmona son trofeos. «Ahí están todos mis triunfos», dice, todo lo relacionado con el boxeo. El resto de su cuerpo también está dibujado. En el brazo, motivos japoneses –«ahora me quiero hacer toda la manga», cuenta– y en las piernas, «nombres y cosas de ésas». Pero el más especial lo guarda en la parte interior del labio. «Bubalé», dice. Es el nombre de su abuelo, la persona que lo aficionó al boxeo. «Le gustaba mucho y yo me sentaba con él a ver los combates», recuerda. «Pero a él no le gustaba que yo boxeara», añade. «Empecé a los 10 años y medio. Abrieron un gimnasio debajo de mi casa, empecé a entrenar y hasta hoy».

Samuel (Las Palmas, 1996) no tiene miedo a las agujas ni a las vacunas ni a los mosquitos. «A mí no me preocupa el zika ni nada de eso. El zika le puede preocupar a Rafa Nadal, que lleva no sé cuántos Juegos Olímpicos, a Gasol, que lleva no se cuántos también, pero a mí, que van a ser los primeros, me da igual», explica. «Samuel tiene algo, que es muy autónomo. Necesita de ti, pero él se busca la vida», explica su entrenador, Rafa Lozano, que ganó dos medallas olímpicas: el bronce en Atlanta ‘96 y la plata en Sidney 2000 en la misma categoría en la que ahora compite Carmona, en el peso minimosca (hasta 49 kilos). «Lo que tiene es el desparpajo, la espontaneidad, la improvisación. Él no es un boxeador ortodoxo. Es como en su vida, una persona espontánea, que lo mismo te tira un gancho que te tira un crochet... No mira el rival, no ve el riesgo y eso es superimportante», añade su preparador.

Carmona nació en Las Palmas el mismo año en que Lozano ganaba su primera medalla olímpica. Y allí aprendió a buscarse la vida en los mercadillos a los que acompañaba a su familia, que se dedicaba a la venta ambulante. Ahora, para ellos es un ejemplo. «Me ven como un referente. El pueblo gitano también, todo el mundo habla de Samuel Carmona», reconoce. Igual que él creció admirando a Ferino Quinto, un boxeador canario con el que compartía gimnasio, ahora es el espejo en el que se miran los chavales de su barrio. «Muchos me preguntan cómo se hace esto, lo otro, me escriben. Y de vez en cuando les hablo, les digo algo, les ilusiono. A mí cuando era pequeño me hubiera gustado que alguien hiciera algo así», cuenta Samuel.

Su categoría es la primera en competir, el sábado por la mañana. A él le toca a las once y media. Youba Sissokho, su compañero que compite en el peso welter (hasta 69 kilos) tendrá que esperar hasta el domingo a las seis menos cuarto de Brasil para pisar el ring. Youba tiene 24 años y, aunque nació en Senegal, lleva desde los seis meses en España. «Así que soy de España», dice. Los agujeros de los pendientes que ya no usa son los restos de un pasado más complicado de lo que podría pensarse ahora. «Llevo más de un año sin pendientes y no sé qué me ha pasado. Me estaré volviendo formalillo», explica. Ese pasado revuelto fue el que, sin querer, le llevó al boxeo. «De jovencito era un poco malote y una Nochevieja me pusieron entre mi tío y mi hermanastro los guantes y me pegaron un poquillo. Mi objetivo era aprender a boxear para devolvérsela en la siguiente Nochevieja. Era una cuestión de honor», cuenta con una sonrisa. Tenía 17 años, un poco tarde para empezar, pero no había pasado un año cuando se incorporó al equipo nacional. «Me vieron en unos campeonatos de España de Alcalá de Henares en 2010 y después de ese campeonato no sé qué es lo que tenía, pero algo tendría y decidieron contar conmigo», afirma.

Sissokho es más pausado que Samuel, en la conversación y en el ring. «Youba es un boxeador con más talento, con más técnica, él analiza mucho el combate, conoce ya prácticamente a todos los boxeadores, es más calculador. Eso por una parte es bueno y por otra es malo, pero cada uno tiene sus características. Sissokho se sabe adaptar a los contrarios, ya sabe analizar, hacer un estudio de ellos. Sin embargo, Samuel sube, pone su ritmo, pam, pam», analiza Rafa Lozano. «Sissokho lleva ya años en el equipo nacional, sabe lo que son las grandes competiciones a nivel mundial, a nivel europeo. Samuel prácticamente lleva un año, va con mucha confianza, él no tiene miramientos de a quién tiene enfrente. A él le da lo mismo boxear aquí que boxear en Pekín. Todavía no ha llegado a tener conocimiento de la envergadura que tienen unos Juegos Olímpicos, él se cree que es una competición más», añade.

Pero esa «inconsciencia» de Carmona no preocupa al seleccionador. «Eso es buenísimo, eso es de lo mejor porque tú no eres consciente de a lo que te estás enfrentando. Responsabilidad, ninguna. Yo iba a los eventos importantes y a mí no me pesaba la responsabilidad. Yo sabía que estaba bien, me daba igual el que me tocara. Eso es lo que me hacía llegar y tener grandes logros en los eventos importantes y eso es lo bueno que tiene Samuel. Él va a los sitios y no ve la envergadura que tienen. Se va a dar cuenta cuando venga a España y si es medallista», asegura Lozano.

El seleccionador español recuerda de sus medallas que después de cada combate «iba allí Alfredo Goyeneche, que era presidente del COE, o Su Majestad el Rey, que entonces era el Príncipe, o doña Elena». «Que todas esas personalidades estén allí viéndote competir es lo que más se me quedaba porque luego era todo un poco rutinario». Lozano ya conoce el camino por el que transitan ahora Youba y Samuel. Por eso trata de que convivan en un buen ambiente. «Tampoco puedes ser un dictador. Tú eres el entrenador, el que manda, pero ellos tienen que tener una persona amiga, una persona en la que puedan confiar y la confianza que depositan en ti es plena. Si ellos no tienen confianza en ti o no están motivados dicen “ve tú, que a mí me da la risa”», afirma. Por eso el equipo es como una familia. «Ya no es sólo la relación entre deportista y entrenador, va un poquito más allá. Los conoces bien, sabes la exigencia que tienes que tener. Un poco es como Manuel Pombo trabajaba conmigo. Ellos saben problemas tuyos y tú sabes problemas de ellos». «Si me pusiera a hablar de Rafa no tendría tiempo, porque es todo para nosotros», explica Sissokho. Por eso, aunque en el ring esté solo, sabe que lo acompaña mucha gente. «Subes solo, pero te tienen que impulsar unas emociones para poder luchar. Llega un momento en que si no lo haces por ti lo haces por el que estaba al lado luchando contigo. Y si no, lo haces por el que ha dejado su casa y su familia, para ponerte las manoplas. O por el que ha tenido que dejar su trabajo y venir a cuidarte para que tú estés al cien por cien. Siempre acabas sacando algo por lo que tirar y siempre que te caes hay algo por lo que levantarte. Es una familia».

Samuel boxea primero

Samuel Carmona

- Peso: 49 kilos

- Edad 20 años (28/05/96)w Lugar de nacimiento: Las Palmas de Gran Canaria.

- Comienza a competir mañana a las 16:00 hora española contra el armenio Hovhannisyan.

Youba Sissokho

- Peso: 69 kilos.

- Edad 24 años (7/11/91)

- Lugar de nacimiento: Dakar (Senegal).

- Comienza a competir el domingo a las 22:45 hora española contra el uzbeko Giyasov.