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La española que cambió el fútbol en Costa Rica

Carme Salleras, una estudiante que se marchó a La Carpio a hacer su proyecto de fin de grado, lidera una fundación que ayuda a las mujeres con el balón como excusa

Las jugadoras del ELLAS FC escuchan con atención las palabras de Carme
Las jugadoras del ELLAS FC escuchan con atención las palabras de Carmelarazon

"Al principio tenía miedo, pero hoy estoy viviendo un sueño". Carme Salleras Campo (Mallorca, 26 años) se ha empeñado en cambiar el rumbo de las mujeres en Costa Rica. La joven y expublicista, quiso dar un giro a su vida y hoy, tres años después de empezar su segunda carrera, la de Educación social, se ha reeencontrado consigo misma en La Carpio, un asentamiento muy precarizado al oeste de San José, capital de Costa Rica. «Entré en una crisis existencial y decidí dejarlo todo. Mi trabajo no me llenaba lo suficiente», recuerda Carme.

En una región donde la prostitución, la droga y los problemas socioeconómicos están a la orden del día, la ex jugadora del Atlético de Madrid ha encontrado en el fútbol la llave que abre la puerta hacia la libertad.

Con motivo de su trabajo de fin de grado, a Carme se le ocurrió la idea de crear el ELLAS FC, un proyecto donde el fútbol era la excusa perfecta para tratar el tema de la igualdad de género entre las mujeres. « Me acuerdo que la primera semana estuve yendo puerta por puerta intentando convencer a las mujeres para que se sumasen al proyecto y al final más de 70 se han dejado ver por aquí», recuerda entre risas.

De 12 a 60 años, esa era la edad requerida para adentrarse en la aventura del ELLAS FC, donde el fútbol sólo era una excusa. «La verdadera esencia del proyecto eran las sesiones grupales que trabajábamos después de los entrenamientos y donde tratábamos temas de igualdad de género con distintas actividades"cuenta la mallorquina. En un campo de fútbol cinco en condiciones precarias, la pista estaba rodeada por los dos ríos más contaminantes de Costa Rica, Carme empezó su aventura. «Al principio fue un poco duro porque apenas teníamos materiales y muchos nos los proporcionaban el equipo de Segunda División donde yo estoy jugando allí», cuenta. Sus inicios, al margen de la escasez de equipamiento, no fueron fáciles y Carme tuvo que lidiar con situaciones a las que nunca se había enfrentado. «Muchas no venían a entrenar porque sus maridos no consideraban que tuvieran que jugar al fútbol. A veces eran por unos motivos y otras porque tenían que quedarse en casa preparándoles la cena", apunta.

El proceso fue lento y gradual al tratar temas muy arraigados en la cultura costarricense, pero al final los resultados fueron positivos y cada vez eran más las mujeres que se dejaban ver por el campo de entrenamiento.

Fundación GOLEES

Carme se sentía realizada. Veía como hijas, madres y abuelas iban empoderándose, pero por desgracia el proyecto llegaba a su fin. Tocaba volver a España. «Sentía que no podía abandonarlas. Esto tenía que durar mucho más, pero necesitaba algún tipo de ayuda para poder seguir adelante», recuerda. Por suerte, esa ayuda llegó y ahora la ex capitana de la selección balear va a crear su propia fundación. «Los directivos del club donde juego me dijeron que les encantaba mi proyecto, que esto tenía que seguir adelante y que ellos me ofrecían el apoyo legal y jurídico para iniciar una nueva aventura», cuenta. Y así es como nace Fundación GOLEES. «Las siglas significan Género, Orgullo, Libertad y Empoderamiento de Ellas en la sociedad. No tienen nada que ver con el fútbol, pero cuando las unimos forman la palabra más importante de este deporte». Y añade: «El objetivo principal de GOLEES es la lucha por los derechos humanos y la igualdad de género en niñas y mujeres en zonas de exclusión social mediante el fútbol».

Para que este sueño siga siendo una realidad, la Fundación necesita apoyo económico ya sea mediante donaciones o apadrinando a alguna niña de las que están dentro del sistema. «Cualquier ayuda por mínima que sea es buena. Si algún patrocinador o cualquier empresa pudiera echarnos una mano sería sensacional para que esto pueda seguir adelante», dice. A Carme le encantaría que clubes españoles y costarricenses le echasen un cable para que estas mujeres sigan sonriendo y viendo el fútbol como una manera de afrontar y dejar a un lado sus problemas.

La española que llegó a Costa Rica con un viaje de retorno, ahora no sé ve lejos de allí. «Quizás mi vida ahora esté aquí», confiesa. Donde el fútbol es sinónimo de libertad, GOLEES quiere demostrar al mundo que las mujeres están dispuestas a brillar.