Fichajes
Los «güevotes» y el pasota Leo
Hace unas cuantas temporadas jugó en el Valladolid Cuauhtémoc Blanco, el guerrero mexicano le llamaban, un buen jugador pero irregular y de carácter difícil del que me contaron una anécdota significativa. Se había lesionado y en una concentración el médico le recomendó que tomase un baño en la piscina como terapia necesaria en pleno proceso de su recuperación. El mexicano se tiró al agua y, de repente, sus compañeros, asustados, tuvieron que sacarle porque veían que se ahogaba: no sabía nadar... Cuando le preguntaron, Blanco se limitó a contestar con gesto serio: «Yo obedecí al doctor: me tiré no más que por «güevotes».
w Con los ojos cerrados
Viene esto a cuento para reafirmar que algo de lo que le puso el mexicano, aún a riesgo de ahogarse en la piscina de marras, ha podido faltarle al vestuario azulgrana (me refiero a la actitud, naturalmente). Y para recalcar, «a sensu contrario», que dirían los cursis, que nadie duda de que en este Atlético campeón hecho a la medida y semejanza de Simeone, si el Cholo le dice a cualquiera de sus jugadores que se tire al Manzanares todos lo harían a ojos cerrados aunque tampoco supieran nadar. Y vaya por delante que lo del Atlético es algo más que carácter y garra, mucho más que una tortilla con «güevotes». Ahí hay también tácticas, un equipo versátil.
w Apaga y vámonos
El pasota Leo se ha tirado el año pensando sólo en el Mundial, no me vale lo de la baja forma física como excusa, porque ha habido partidos en los que su «soci» Pinto ha corrido casi tanto como él. Y eso que a 48 horas de jugarse la Liga en el Camp Nou le sellaron la mejora de su contrato en 20 anuales, ¡7 más de los que ganaba!, como adelantó Pedrerol. Y si la remodelación de una casa en ruinas, la del Barça, la van a hacer los «okupas encantados» de Bartomeu, Zubi y compañía... apaga y vámonos.
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