«Lo que querían ver»

Mayweather ganó a Conor McGregor en la pelea más mediática de la historia y con 80 millones en taquilla. «Mi último combate, seguro», dijo.

Es la tónica de los tiempos: hablar mal de un espectáculo, insistir en que es una «farsa», una mentira, que no se puede celebrar y, sin embargo, no dejar de hablar de ello y verlo y criticarlo en Twitter. Eso fue la pelea entre Mayweather y McGregor de anoche. Un «show» alimentado durante semanas, mediáticamente impecable, de un alcance global y con millones en juego: la venta de entradas dejó 80 millones de dólares de ingresos por taquilla. A la pelea en el T-Mobile Arena, de 14.623 espectadores, asistieron entre otros estrellas de la NBA como Lebrón James, Pat Riley, Tyrone Lue, Paul Pierce y Dr.J; Mike Tyson, y el actor Bruce Willis. Todo expectativas, publicidad, y cuando llega el hecho, no puede ser más que frustrante.

Ganó Mayweather, por KO técnico, aunque McGregor no estuvo de acuerdo con la decisión. «Creo que cuando el árbitro decidió parar la pelea estábamos en la lucha. De hecho, considero que tenía 5-4 arriba con los nueve asaltos anteriores», decía el perdedor. Sin embargo, las cartulinas de los tres jueces mostraron todo lo contrario. Solo uno le dio a McGregor ganador de tres asaltos; los otros dos le dieron la victoria en uno y en el noveno le pusieron 10-8 a favor de Mayweather. «Pienso que era un combate igualado y que el árbitro se precipitó a la hora de pararlo, aunque estaba un poco fatigado», continuó en la conferencia de prensa. Sí tuvo buenas palabras para su oponente: «Sus golpes fueron muy precisos».

Para Mayweather el combate fue una despedida: «Esta ha sido mi última pelea, seguro, y elegí la pareja de baile correcta. Conor, eres un gran campeón, un gran competidor y le hemos dado a los aficionados lo que querían ver», reconoció. El americano volvió a subirse al ring en Las Vegas para superar a la leyenda de los pesos pesados Rocky Marciano (49-0). «Una victoria es una victoria, no importa cómo sea. Rocky Marciano es una leyenda y estoy deseando entrar en el Salón de la Fama algún día». Mayweather se vio «mejor» que su rival pero reconoció el nivel del irlandés, en su primer combate de boxeo. «Es mucho mejor de lo que pensaba, pero yo fui superior».

El espectáculo empezó con Mayweather saliendo con la cara tapada. Para muchos aficionados del boxeo, la pelea no era seria.

Mayweather se dedicó a observar cómo McGregor, sin ningún tipo de velocidad, ni movimientos en sus manos, apenas sacó con cierta clase el directo de izquierda, y menos en los pies, siempre abiertos. A partir del cuarto asalto fue cuando comenzó el entrenamiento con McGregor y el excampeón invicto comenzó a colocarle las manos que quería con las combinaciones al cuerpo y a la cabeza y ahí el peleador irlandés de artes marciales mixtas comenzó a pedir la hora y a abrir la boca buscando aire.

Todo estaba ya acabado, la historia de los otros asaltos no fue más que ver cómo Mayweather junior seguía con su exhibición, para colocar los golpes que quería con su mano derecha, mientras que su rival aguantaba para, al menos con su corazón, justificar en parte los millones de dólares (75 fijos) que tenía también ya asegurados.