Doctor Márquez y Míster Marc

Aquellos que creen haberlo visto todo en una carrera de motos están equivocados, porque siempre aparecen situaciones imposibles que se hacen realidad sobre el asfalto. Resulta difícil de creer que un ligero roce con el brazo y la maneta del embrague de la moto de Márquez pueda seccionar el cable que conecta el cable del sensor del control de tracción de su compañero Pedrosa y provocar su caída un segundo después. Ni al guionista más loco se le hubiera ocurrido, pero es exactamente lo que pasó ayer en Motorland cuando sólo se habían disputado seis vueltas. En la entrada de la curva que da paso a la contrarrecta del circuito aragonés, Lorenzo acumulaba una pequeña ventaja y Dani había superado a Marc y se sentía con fuerzas para dar caza a Jorge y luchar por la victoria. Márquez llegaba tercero, algo pasado de frenada, así que cuando se le bloqueó la rueda delantera soltó frenos, levantó su máquina y decidió salirse de la trazada para «evitar riesgos a los otros».

En su maniobra tocó la parte trasera de la moto de su compañero, que voló por los aires en cuanto exprimió el acelerador. Con su salto al vacío, un día en el que tenía ritmo para acercarse al Mundial se convirtió para Dani en una pesadilla que prácticamente le descarta al dejarle a 59 puntos del liderato. Le dolía el golpe físico en la cadera y llegó cojeando visiblemente a su encuentro con los periodistas, pero lo que le hizo estallar de ira fue la causa de su naufragio, que él no relacionaba tanto con la mala suerte como con la temeridad de su compañero: «Se trata de entender si todo vale o no, porque todos sabemos ir al límite y es más fácil ir rápido cuando vas pasado de rosca. He aprendido que hay que perdonar, pero siempre las disculpas vienen después. Hay muchos pilotos que no acaban de entender que no corren solos. Esto se veía venir y Dirección de Carrera siempre hace la vista gorda». Duras declaraciones respecto a su vecino de «box», que se fueron suavizando con el paso de los minutos y terminaron en una conversación entre los dos protagonistas y una petición de perdón aceptada por el damnificado. Los jueces decidieron actuar de oficio y anunciaron que hay un expediente abierto que resolverá una vez que reciban un «informe técnico» de lo sucedido. Si le quitaran dos puntos del carné ya serían cuatro y Marc tendría que partir el último en Sepang.

El «extraño asunto del cable cortado» pasó a convertirse en el «trending topic» de la jornada, un ensordecedor ruido que ocultó la otra noticia del día que fue el enorme paso del «novato» hacia el título mundial. Porque el accidente no le descentró en su búsqueda de cortar la racha victoriosa de Lorenzo. Con todo el lío, el mallorquín había tomado un par de segundos de ventaja en cabeza, que no tardaron en convertirse en papel mojado. El ritmo de la Honda era muy superior y a una media de tres décimas por vuelta Márquez se puso por delante a diez del final. La Yamaha iba bien en las curvas, pero no frenaba como Lorenzo hubiera deseado. No era tan estable como para discutir el desenlace en un cuerpo a cuerpo, con lo que el líder se disparó a los 39 puntos con 100 por repartir. Dani queda a 59 así que necesita un milagro, mientras Jorge se concede a sí mismo pocas opciones.

Tras otra victoria con autoridad, la sexta del curso y después de la polémica inicial, al líder le basta con terminar tercero en las cuatro carreras que faltan para pasar de «rookie» a campeón.