Motociclismo

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El Mundial más caro

Rossi explica a su jefe de mecánicos, Silvano Galbusera, sus sensaciones después de un entrenamiento
Rossi explica a su jefe de mecánicos, Silvano Galbusera, sus sensaciones después de un entrenamientolarazon

«Hemos luchado cada punto. Se está haciendo duro», dice Rossi del año con más nivel que se recuerda en MotoGP.

Rossi mueve la cabeza afirmativamente cuando le preguntan si éste sería, en caso de conseguirlo, el título más complicado de los que tiene en su palmarés. «Es la temporada más dura que recuerdo», añade, al tiempo que Freddy Spencer, otro mito de las dos ruedas, le da la razón: «Lo que está sucediendo en MotoGP es algo único y fantástico para los espectadores». A falta todavía de dos carreras (más la disputada la pasada madrugada en Australia) se puede afirmar que la de 2015 será la corona más cara de la historia, o al menos de la era moderna del campeonato del mundo. «Puede que sea la más difícil, sí. Cada año es distinto, pero éste es el más igualado y abierto. Seguramente el más complicado al que me he enfrentado», afirma Valentino, que no ocultaba el jueves, al llegar a Phillip Island, que empieza a estar agotado. «Es muy largo y muy duro, desde el comienzo de la temporada hemos luchado punto a punto. Es difícil encontrar la motivación para estar siempre alerta. Hay seis pilotos que pueden optar a la victoria o, al menos, a estar en el podio», analiza el italiano, que se las ha apañado para llegar con ventaja a la recta final del curso.

No ha sido el más rápido casi en ningún momento, pero se ha adaptado mejor que nadie a las distintas situaciones y siempre de menos a más desde el viernes al domingo. Más que nunca ha sido un «animal de carreras», como le definen sus rivales, capaz de encontrar un plus de rendimiento cuando se reparten los puntos.

Ha sido su regularidad (sólo se ha bajado del podio una vez en 15 citas) la que le ha acercado a la décima corona, algo que una gran mayoría de entendidos ya había descartado que sucediera. Han pasado seis años de su último título, pero tras dos aciagos en Ducati volvió a Yamaha con un plan a largo plazo que empieza a salir bien. Después de dos temporadas dominadas de principio a fin por Márquez y su Honda, Yamaha se conjuró para ser de nuevo la mejor moto, la más competitiva. Las continuas derrotas fueron una motivación para todos en la marca de los tres diapasones, que no sólo empezó en marzo un paso por delante, sino que a lo largo de los meses ha ido mejorando su rendimiento. Por eso las dos Yamaha son las únicas que han llegado con opciones a un final que se presenta trepidante. Dos pilotos con características distintas, en un equipo que no pone a uno por delante del otro. «Cuando Jorge llegó en 2008 era un novato prometedor y Rossi estaba por delante porque era el campeón. Después él decidió marcharse y, a su vuelta, Jorge había ganado dos campeonatos y estaba un poco por delante de Valentino. Ahora los dos se encuentran al mismo nivel y la lucha es de igual a igual», relata Lin Jarvis, máximo responsable de la escudería y el culpable de que los dos se estén disputando el título sin que hayan saltado, por el momento, demasiadas chispas. «Se respetan», añade el directivo británico, feliz con que su equipo vaya a ser el mejor en todo (pilotos, equipos y marcas).

Son los dominadores del Mundial más caro, que podría aumentar su «precio» el año que viene si las motos azules mantienen el nivel y las del Repsol Honda devuelven el golpe.