Motociclismo
El futuro ya está aquí
Por su parte, Marc Márquez (Repsol Honda), arriesgó en exceso y regaló a Valentino Rossi la opción de recortar tres puntos
Viñales se consagró en Silverstone. El campeón del mundo de Moto3, que ya fue tercero este año en Le Mans, dominó de principio a fin.
«No creo que vaya todo demasiado rápido. Incluso va un poco lento», decía Viñales cuando Yamaha decidió que él fuera el relevo de Jorge Lorenzo. Llevaba ya más de una temporada en MotoGP sin ganar, lo normal para un novato que sube con un equipo que también acaba de regresar al Mundial, pero una situación incómoda para Maverick, un chico con un talento natural para ir rápido en moto y con un espíritu voraz. Ayer en Silverstone acabó con esa espera que le incomodaba a los 21 años 7 meses y 23 días, sólo cuatro meses más de la edad a la que Rossi se estrenó en la categoría reina. Dos elegidos que a partir de enero van a compartir escudería y, seguramente, protagonizar un relevo generacional.
Ayer el futuro se convirtió en presente con la exhibición que Maverick desplegó en el trazado británico. Sabía que tenía buen ritmo si no llovía, pero la «paliza» que le metió al resto ni él mismo se la esperaba. Se puso al frente nada más apagarse el semáforo por segunda vez tras una bandera roja por la caída de Pol Espargaró y Loris Baz, y nadie pudo discutir su dominio en las 19 vueltas. No se trata de un triunfo con asterisco, como podrían ser los de Miller y Crutchlow bajo la lluvia. Ganó en seco y con una moto oficial, sí, aunque en pañales en cuanto a evolución comparada con las Ducati, Honda y Yamaha. La Suzuki no es tan completa como las otras «pata negra», pero el talento de Viñales sí es tan o más rápido. Lo sabía su equipo actual, que apostó por él y ya le ha dado una victoria (la primera desde 2007) antes de volar a Yamaha a finales de curso. «El paso adelante lo he dado sobre todo tras la vuelta de verano. Ya en Austria aprendí a conservar la goma y aquí igual. Cada vez me siento mejor en la moto y el equipo me entiende mejor. Ha sido increíble, es una sensación inexplicable», resumía Maverick, cada vez más maduro a pesar de no haber cumplido todavía los 22.
Reconoce que en MotoGP tiene menos tiempo para jugar a la Play Station, aunque se compró una portátil para poder jugar en cualquier parte. El curso que viene igual tiene que aparcarla definitivamente, porque aprender junto a Rossi y tratar de superarlo será seguramente una tarea exigente. El próximo «magnífico» de MotoGP ya está aquí y ha encontrado el camino hacia las victorias. Llega con respeto, pero con el descaro para retar a los mitos.
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