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Ni una mirada

Frío y tenso reencuentro entre Rossi y Márquez en Qatar. El italiano insinúa que volverá a atacar: «Sé dónde no es peligroso».

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Frío y tenso reencuentro entre Rossi y Márquez en Qatar. El italiano insinúa que volverá a atacar: «Sé dónde no es peligroso».

Ni una sola vez cruzaron sus miradas Rossi y Márquez en los 41 minutos que duró su esperado reencuentro. Ni dentro ni fuera de la sala de prensa del circuito de Losail intercambiaron un gesto. Los dos sabían que el otro estaba allí al lado, muy cerca, y por eso la tensión era evidente. El primero en llegar fue Valentino, que asomó la cabeza por la puerta para ver cuánta expectación había despertado el primer acto del curso 2016. El italiano se quedó a la derecha de la entrada, sonriendo y saludando a los que se le acercaban. Apareció su amigo Iannone y con él se quedó esperando que llegara el momento.

Al lado izquierdo de la puerta, en el mismo pasillo, Marc, con las manos en los bolsillos a ratos y cruzando los brazos en otros momentos. Inquieto junto a Emilio Alzamora. Alguna confidencia con Pedrosa y saludo cordial con Maverick Viñales, otro de los invitados a la conferencia de prensa oficial. Los dos protagonistas miraban al suelo o a otro lado, pero nunca entre sí. Lorenzo, que llegó justo de tiempo, tenía que ocupar la silla central en el escenario, con Márquez a un lado y Rossi en el otro. Se sentó «Il Dottore» y Marc pasó por detrás de él dejando la silla de Jorge en medio. Guerra fría total 128 días después del momento en el que Valentino perdió el título y unas semanas más desde que todo se incendiara en Malasia con la acusación de que el de Honda estaba decidido a ayudar a Lorenzo e ir en contra del número «46».

«La rivalidad es algo añadido al deporte en sí. Creo que no va a pasar nada especial. En la pista todo será igual, todos intentarán dar el máximo para estar delante sin nada más especial», lanzó Rossi. «En las últimas carreras del año pasado sucedió algo distinto a lo normal. El final pudo ser mejor y distinto, y no me refiero al resultado, que por supuesto quería ganar. Pero fue como fue, es pasado y lo mejor es que estamos aquí y listos para seguir luchando», añadía el de Yamaha. Hasta aquí exquisito, pero lo mejor estaba por llegar. Primero, ante las cámaras de Movistar+: «Nunca podré olvidar lo que sucedió, igual que otra mucha gente. Espero que cada uno corra para sí mismo». Después, con los periodistas de su país su tono cambió e insinuó que volvería a atacar. Para hacerlo aprovechó una pregunta sobre la venganza de Senna sobre Alain Prost en F-1 en 1990, que sacó de la pista a su rival un año después de que sucediera algo parecido, pero con él como víctima. «Yo no sé si tendré nunca la ocasión de hacer algo así. Es difícil imaginarlo. ¿Peligroso? Eso depende de la velocidad. Si vas en moto, pero vas despacio, no es peligroso. Nosotros sabemos dónde es peligroso y dónde no. Yo lo sé», lanzó. Un cambio radical respecto a las declaraciones que había realizado hasta ese momento y un motivo más para que desde hoy se mire con lupa cada acción cuando Márquez esté cerca.

Marc respondió tratando de que el lío del final del curso no vuelva a repetirse, pero dejando algún mensaje entre líneas. «Tendremos que aprovechar la experiencia del año pasado» (una frase que deja lugar para la interpretación). «En MotoGP tengo 20 oponentes y tendré que luchar contra todos, no con uno sólo, porque el objetivo es ganar el título. Será una temporada interesante, todo parece más igualado», añadía el de Cervera. Más tarde, con la Prensa española, el número «93» se refirió un poco más directamente al asunto: «Al final, de tanto decirlo, me va a convencer a mí mismo (de que ayudó a Lorenzo a ganar el título para perjudicar a Valentino). Yo estoy centrado en 2016». El italiano sigue convencido de que fue traicionado, ante lo que Marc alucina: «No sé cómo le traicioné, habrá que preguntarle a él. No le voy a dar más recorrido», cerraba Marc.

Hoy volverán a encontrarse en la pista, algo que ya han hecho en pretemporada, y el único lugar en el que se han cruzado. Fuera, tal y como reconoció Márquez a LA RAZÓN, no ha habido ningún acercamiento. Lo que sí espera la mayoría es asistir a partir de hoy a la temporada más igualada de la historia del motociclismo. Los favoritos coinciden en que la electrónica equilibrará las cosas.

Lorenzo llega como campeón y dominador de la pretemporada. «Puede que esté en uno de los mejores momentos de mi vida», dijo sentado entre Rossi y Marc.