Escuderías

Tito Rabat: «MotoGP ha sido como volver a la escuela»

Para este piloto del Estrella Galicia MarcVDS, acostumbrado a ganar en Moto2, la llegada a la élite ha sido dura. Confía en mejorar en la gira asiática, que arranca este fin de semana en Japón, para cerrar bien un año que le ha servido como aprendizaje.

Tito Rabat: «MotoGP ha sido como volver a la escuela»
Tito Rabat: «MotoGP ha sido como volver a la escuela»larazon

Para este piloto del Estrella Galicia MarcVDS, acostumbrado a ganar en Moto2, la llegada a la élite ha sido dura. Confía en mejorar en la gira asiática, que arranca este fin de semana en Japón, para cerrar bien un año que le ha servido como aprendizaje.

Después de ser campeón del mundo de Moto2 en 2014, decidió quedarse una temporada más en el segundo escalón y esperar el momento adecuado para subir a MotoGP. Este año tuvo la oportunidad con un equipo potente como el Estrella Galicia Marc VDS, pero los resultados no han sido como había imaginado. No ha podido estar arriba, pero sí le ha servido para aprender. Tito Rabat (Barcelona, 1989) espera recuperar las sensaciones en el triplete asiático, que empieza este fin de semana en Japón, y comenzar el próximo curso reforzado.

–Su llegada a MotoGP no ha sido como esperaba...

–Llevaba tres años ganando carreras y subiendo al podio, así que es normal que mis ambiciones fueran muy grandes. Era consciente de que sería duro, pero por una razón u otra me ha costado más de la cuenta.

–¿Ha encontrado ya el porqué de este arranque difícil?

–Después de darle vueltas y de ver que con el cien por cien no estás ni cerca, hay que dar un paso atrás y analizar. Que sea el primer año no es excusa, pero además la Honda es la moto más difícil de poner a punto de la parrilla. Es una moto muy agresiva, que necesita un piloto con experiencia. A la mínima que no está todo en su sitio, no va. Ahora la cosa es negra, pero un poco menos. Por lo que sea, me cuesta, pero no será por no intentarlo o por falta de ganas.

–¿Que hayan ganado tantos pilotos distintos es un aliciente o da rabia por no ser uno de ellos?

–Cuando subes a MotoGP sientes que todo va muy rápido y hay que adaptar el cuerpo y la mente. No nos está saliendo bien, pero cada vez estamos más cerca. Lo de los distintos ganadores es una motivación, quiere decir que han conseguido que todos puedan ganar y ojalá haya más pasos hacia esta dirección.

–¿Su mejor versión se va a ver en esta recta final?

–Espero que sí. Quiero acabar el año haciendo algún buen resultado. Y no caerme como en Misano, donde hice una buena salida, pasé a tres o cuatro pilotos, me encendí y a la segunda vuelta, al suelo. En los ritmos de carrera no voy muy lejos de los de cabeza. En la clasificación no sé cómo lo hacen, que van muy rápido, pero en carrera es otra cosa y esto es lo importante. Pasito a pasito hasta Valencia.

–¿Es tan distinto MotoGP?

–Si pasas, como yo, de Moto2 (Kalex) a una Honda, ya le aseguro que el cambio es muy radical. Y hasta que no te subes encima de la moto no lo sabes, por mucho que la gente hable. Todo lo que has aprendido en tu vida lo tiras a la basura y vuelves a aprender de nuevo. Tiene dos ruedas y un motor, pero no tiene nada que ver. Es como cambiar de idioma, como pasar del inglés al japonés. Hay que ser muy fuerte de cabeza y yo lo soy.

–¿Se puede copiar del resto para aprender cosas?

–Los dos pilotos del equipo tenemos poca experiencia así que no podemos sacar información el uno del otro. Tenemos acceso a la telemetría de Dani (Pedrosa) y de Marc (Márquez); la teoría es muy fácil, todo el mundo te dice lo que debes hacer por tu bien, pero al final has de olvidarte, porque tú también lo ves, pero el problema es hacerlo y sentirlo encima de la moto.

–¿Las prisas sólo traen caídas?

–Con estos neumáticos, de la nada estás en el suelo. No avisan. Hay que arriesgar y ponerle ganas, pero no volverse loco. Cuando te desesperas no es bueno. Puedes avanzar mucho o retroceder de golpe. Tiempo al tiempo, porque es lo que toca.

–¿Rescata algo de este año?

–Claro que sí, no es para tirar a la basura. Al contrario. He puesto los pies en el suelo, estoy aprendiendo muchísimas cosas y puedo centrarme en mejorar, porque no tengo presión de ningún tipo. Aunque sea un año nulo de cara a estar en cabeza, para mí es muy positivo, es como volver a la escuela de nuevo y reaprender.