México
«Sé que van a querer enfrentarme con Benzema»
Estreno «goleador» de Chicharito en la entrevista exclusiva con Josep Pedrerol en «El Chiringuito»
Transmite Javier Hernández detrás de la cámara las mismas sensaciones de bonhomía que minutos después iba a mostrar en su estreno «goleador» ante el madridismo en la entrevista exclusiva con Josep Pedrerol en «El Chiringuito» de Neox. Porque este Chicharito mexicano deja ver en seguida su contagiosa sonrisa vitalista, su cercanía con todo el mundo, con periodistas y técnicos, con maquilladoras y compañeros, con veteranos y noveles que se le acercan a pedirle un autógrafo o una foto («¿Salió mal?, no te preocupes, repítela», le dice a una chica que acaba de hacerle una). Me da (nos da a todos) que el mexicano va a inyectar chispa, alegría, trabajo, humildad y compañerismo en este vestuario madridista...
Dejó titulares Chicharito en su conversación con Josep y los tertulianos del programa que ya han sido recogidos por multitud de medios nacionales y extranjeros (una locura en México, claro), pero antes tuvo tiempo (y una sonrisa, siempre esa sonrisa y esa «labia» tan suya) para contar que fue su abuela doña Lucha la que le regaló una medalla de Juan Pablo II que luce en su muñeca derecha («San Pablo», le llama él) que le «protege» del minuto uno al 90 durante las 24 horas del día. Incluso cuenta que juega con ella los partidos cubriéndola con una cinta de esparadrapo (blanca, naturalmente).
También muestra una cruz del Espíritu Santo, otro «protector» de un chico y de una familia unida, religiosa, creyente. A Pedrerol le confesaría ya en el plató que a los 21 años «pensé en dejar el fútbol, pero mi abuela me dijo entonces que los tiempos de Dios son perfectos y seguro que te tiene preparado algo muy hermoso». Sueño y premonición cumplidos ahora en el Madrid (el del chaval y el de doña Lucha): «He jugado en el mejor equipo de México, en el mejor de Inglaterra y ahora en el mejor del mundo. Mi primer gol se lo dedicaré a los once de mi familia, a toda la gente que trabaje en el Madrid y se siente parte del club, a mis compañeros, un gol del equipo lo marcamos todos en la institución». «Eres un fenómeno», exclama Pedrerol.
Lo de Chicharito «significa guisante, fue por mi padre y luego a mí me vieron también así. Me decían: "Mira, parece un chícharo"». Su abuela, y su abuelo y los goles a Francia: «Mi abuelo es muy bromista. Un día me dijo: "Me vas a poder hablar de tú cuando marques un gol a Francia". En el Mundial pude hacerlo y cuando le vi, nos abrazamos, nos reímos y le dije: "Qué, ya puedo hablarte de tú"...»
Bebe agua, pide una, dos, tres botellas de agua porque nos confiesa que aún necesita acostumbrarse a entrenar bajo el calor de Valdebebas, tan distinto a ese tiempecito frío, gris y lluvioso de Manchester.
Y titulares, varios titulares sugerentes: «Cristiano es el mejor y detrás viene... Messi»; «Sé que me van a querer enfrentar a Benzema, pero no me presiona nada. Ya me pasaba con Rooney, Berbatov o Van Persie en el United y es normal en la élite»; «Un club como el Madrid no te permite excusas de rendimiento: si sueñas grande hay que trabajar fuerte y estar a la altura. Ser profesional no puede ser sólo una frase bonita»; «El fútbol no es un trabajo para mí»; «Mi ídolo siempre fue Ronaldo, el brasileño». «¿Iker o Keylor? Son dos porterazos y quién juegue es cuestión del entrenador. Casillas es un icono del Madrid y muy fuerte mentalmente. El fútbol es así. Qué se le puede decir al Madrid cuando le dan el premio al mejor club del siglo y se sigue dudando de él... Se le da el Balón de Oro a Cristiano Ronaldo y también se sigue dudando de él. Benzema o yo, Iker y Keylor... Va a haber muchísimas dudas, a ti te gusta el blanco y a mí me puede gustar el negro. Pero yo vengo a pelear y a sumar para el Real Madrid, no soy un jugador conformista».
Sumará y hará grupo Chicharito en el vestuario, sacará sonrisas, hablará como buen compañero, no se «acomodará» con mal gusto ninguna parte de su cuerpo si el entrenador le cambia, creo que va a dar asistencias y a hacer goles cuando le toque jugar y acabará regalándole una medallita de «San Pablo» a su querido enemigo... Karim Benzema. Amén.
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