Tenis

Swiatek no tiene rival en Roland Garros y levanta su cuarto título

La polaca se impuso a la italiana Jasmine Paolini por 6-2 y 6-1 en 68 minutos. Es el quinto Grand Slam para la número uno del mundo

Iga Swiatek celebra uno de los puntos en la final ante Jasmine Paolini
Iga Swiatek celebra uno de los puntos en la final ante Jasmine PaoliniASSOCIATED PRESSAgencia AP

Iga Swiatek ya tiene cuatro títulos de Roland Garros... y subiendo. La polaca se impuso en la final a Jasmine Paolini con la autoridad esperada: 6-2 y 6-1 en 68 minutos. El quinto Grand Slam de Swiatek -también ganó el US Open en 2022- ha sido la confirmación de una superioridad abrumadora sobre la tierra batida. Swiatek no recuerda lo que es perder en París, donde suma 21 triunfos seguidos, desde los cuartos de final de 2021. Este curso no pierde desde el torneo de Stuttgart, a mediados de abril. Son 19 victorias seguidas que equivalen a ganar en Madrid, Roma y París. Ya sólo tiene a cinco jugadoras por delante en Roland Garros: Chris Evert (7); Suzanne Lenglen y Steffi Graf (6); Adine Masson y Margaret Court (5).

Swiatek ratificó ante Paolini su trayectoria después de pasarlas canutas en segunda ronda ante Naomi Osaka. La exnúmero uno del mundo llegó a disponer de una bola de partido, pero no la aprovechó. Desde ahí la polaca ha sido un ciclón. Cinco roscos camino de la final; sólo seis juegos cedidos ante Coco Gauff en semifinales y en el partido decisivo...

Paolini logró abstraerse de que enfrente estaba la número uno del mundo en los tres primeros juegos. La italiana sumó un break en el tercero y por un instante pareció que habría final en la Philippe Chatrier. Fue un momento porque la reacción de la polaca fue de una contundencia desmedida. Sumó cinco juegos seguidos y en apenas media hora había encarrilado el partido. Las bolas de la italiana se quedaban cortas y Swiatek no cometió un error. Fue un baño de realidad para la animosa toscana.

Swiatek no aflojó y sumó otro par de breaks nada más empezar el segundo parcial. Desde el fondo de la pista movió a su antojó a Paolini y no paró. Como si estuviera obligada a terminar cuanto antes. Con 4-0 podía haberse relajado, haberse tomado el partido con otra actitud, pero su tenis no entiende de grises. La ambición la llevó a levantar el título en poco más de una hora.

En realidad la transalpina ya había ganado su torneo. Su techo en un Grand Slam hasta este curso era la segunda ronda. En Melbourne alcanzó los octavos de final, luego llegó la victoria en Dubái y la final en Roland Garros la permitirá amanecer el lunes en el "top 10". Será la número siete, pero antes buscará el título en el doble junto a su compatriota Sara Errani.