Tenis

Madison Keys frena en seco a Paula Badosa en el Open de Australia

La estadounidense no da ninguna opción a la española en los octavos de final (6-3 y 6-1)

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La cara y el gesto de Paula Badosa no podían expresar mejor lo que había sucedido en la pista. Los ojos apuntando al cielo y la negativa de la española para decir: “Hoy no era el día”. Saludó en la red a Madison Keys y reconoció que había sido muy superior a ella. La estadounidense no le dio tregua y se llevó el partido de octavos de final del Open de Australia son cierta facilidad: 6-3 y 6-1.

Había mucha diferencia en el ranking, Paula Badosa es una “top 10″ ahora y cuando se deje de jugar en Melbourne el 30 de enero tendrá el mejor puesto de su carrera, el 5 del mundo; y Keys es la 51, pero ese número es engañoso. La norteamericana es una tenista que sabe muy bien de qué va lo de competir en los Grand Slams y en partidos importantes. Con apenas 14 años ya ganó su primer encuentro oficial y en 2017 disputó la final del US Open. Llevaba un tiempo lejos de su mejor forma, pero en este 2022 parece haberse reencontrado y seguro que su victoria sobre la catalana le ayuda a seguir haciendo memoria.

En realidad no hubo demasiado que analizar. Eran dos jugadoras que nunca se habían enfrentado antes y Badosa no tardó en descubrir el poderío de los golpes de Keys. Le pega fuerte a la bola y trata de entretenerse lo justo, buscando acabar por la vía rápida. No encontró ritmo en ningún momento la jugadora española, que también es capaz de acelerar mucho la pelota y que está más preparada para los intercambios y la pelea, pero por muchas piernas que tuviera hay bolas a las que no se puede llegar. No logró incomodar a la estadounidense, que jugando a placer hizo lo que quiso. El primer problema fue el servicio, que esta vez le falló a la reciente ganadora en Sídney (10 dobles faltas). Se lo rompió de arranque Madison y eso le permitió ir ya más tranquila. Después la masacró con 26 tiros ganadores, siete de ellos directamente desde el resto, y sin que se le dispararan en exceso los errores no forzados, que suele ser el problema de las tenistas que juegan tan directo: cometió 18 por 20 de Badosa.

La española pareció reaccionar en el segundo set, cuando logró su única rotura en la única pelota de break que tuvo. Se puso 1-1 y parecía que era como volver a empezar. Pero no sumó un juego más en todo el partido.