Tenis

Alcaraz contra Djokovic: el partido ideal y soñado en la final de Wimbledon

La leyenda que busca su octavo título contra el único joven que parece capaz de ganarlo, el número uno en juego, la central del All England Club...

Spain's Carlos Alcaraz celebrates after beating Russia's Daniil Medvedev as he leaves the court after their men's singles semifinal match on day twelve of the Wimbledon tennis championships in London, Friday, July 14, 2023. (AP Photo/Alberto Pezzali)
Wimbledon, después de ganar a Medvedev y meterse en su primera final de WimbledonASSOCIATED PRESSAgencia AP

La madre llorando en la grada y el hijo, Carlos Alcaraz, gritando en la pista después de conseguir otra proeza con sólo 20 años. No era para menos por lo alcanzado y por el cómo. El último punto ante Medvedev fue una delicia: intentó el ruso hacerlo largo, pasar muchas bolas, jugar con los nervios del español, y entonces subió a la red, le dejó una pelota corta, y el murciano apareció como una centella en carrera para meter la derecha y cerrar el encuentro con un 6-3, 6-3 y 6-3. El gran partido estaba servido, porque un par de horas antes Novak Djokovic no dio lugar a la sorpresa (6-3, 6-4 y 7-6 [7/4] a Sinner). El duelo que el mundo entero quería ver, porque lo tiene todo: la leyenda contra el único joven que parece capaz de plantarle cara, la pista más emblemática del mundo y el número uno del mundo en juego. "No es momento de tener miedo", dijo Carlos en pista. Ya empezó a disputar la final.

Alcaraz había jugado una vez con Medvedev en Wimbledon y no tuvo opciones. Era 2021. Nada que ver con el jugador que es ahora. Interpretó perfectamente lo que tenía que hacer, dando una nueva muestra de madurez. El jugador ruso es una pared, un "pulpo", como lo definió el español en la previa, con tentáculos con los que llega a todo. Tiene una capacidad ilógica para estirarse y poder tirar con fuerza, para contragolpear. Se planta en el fondo y a ver quién lo desborda. Hay que buscar otro camino y Carlos tiene recursos para ello. Después de los típicos primeros juegos de tanteo, el español empezó a hacer lo que quiso con la pelota. Su variedad de juego no tiene comparación en el circuito actualmente y comenzó a desmontar el tenis de su rival. Una dejada por aquí a la que no llegó (y no llegó a ninguna de las diez que pasaron en los dos primeros sets; sólo una se quedó en la red), un cortado para que se agachara, y muchas veces, al ver que se ponía a restar al fondo, casi pegado a la pared, el saque y la volea, con maestría además.

Con la muñeca y con el brazo

Durante más de una hora larga dio un auténtico recital. No es que Medvedev le estuviera regalando mucho (cuatro errores no forzados en el primer set y cinco en el segundo), es que le estaba ganando por aplastamiento, con la muñeca y con el brazo, porque también se imponía en el cara a cara desde el fondo cuando lograba acelerar la derecha. A veces le engañaba, a veces le machacaba, y el ruso miraba a su banquillo y abría los brazos: "¿Qué hago?". Quería decir. Porque sólo cuando lograba meter primeros saques podía respirar, ya que Carlos volvió a dar una exhibición al resto, sobre todo contra el segundo servicio del ruso: sólo le dejó ganar el 30 por ciento de los puntos. Se montaba en la pelota, principalmente con el revés, muchas veces haciéndolo estético con un salto para contrarrestar el bote alto de la bola, y lanzaba un tiro a los pies.

Sólo en el tercer set se desordenó un poco, los nervios también jugaron, y el partido entró en un intercambio de breaks loco hasta que el español logró confirmar el último con el puntazo descrito al comienzo de la crónica.

¿Podrá Carlos parar a Djokovic?

La demostración de poderío de Alcaraz llegó después de la demostración de solvencia de Djokovic. El curso pasado, Sinner se llegó a poner dos sets a cero ante el serbio en los cuartos de Wimbledon. En estas semifinales no le dejó ir tan lejos a su manera habitual. Es una máquina el serbio, no regala nada, juega muy bien sus puntos delicados y aprovechas las oportunidades. Sinner reaccionó en el tercer parcial siendo más agresivo y llegó a tener dos pelotas de set, pero no las supo cerrar. Novak se enredó en discutir con el público, es una estrategia cuando le va mal, buscar el enemigo externo, una motivación extra. No perdonó y buscará su octavo título en el All England Club, donde no pierde desde 2017. ¿Será capaz de ganarlo Carlos?