La última frontera

Murray, asentado ya como jugador de tierra batida, desafía a Djokovic en la final. Serán los grandes rivales de Nadal en París

Pese a que creció entrenando en la academia Sánchez-Casal, en Barcelona, en pistas de tierra batida, nunca había sido ésa su superficie favorita. Murray se instaló en la élite, ganó «Grand Slams», podía con los mejores, pero cuando el piso era duro y azul o verde y con hierba. La tierra no le iba. Las siete primeras veces que se enfrentó a Rafa Nadal en arcilla, las perdió, dos de ellas en Roland Garros. Únicamente le ganó dos sets en esa serie de partidos, entre 2007 y 2014. Pero entre 2015 y 2016 la película es otra. Tres veces se han visto, dos ha triunfado el británico, ambas en Madrid. «No es fácil ganar a Rafa en tierra y en España», aseguró el escocés, más orgulloso de la victoria de este año porque su rival está en mejor forma. En el duelo de ayer mostró estrategia y paciencia buscando el lado del revés de Nadal. Atacó y defendió bien. Comprende mejor cómo moverse y deslizarse y ha ampliado su repertorio, acudiendo con precisión a las dejadas.

Ganar en su hábitat a Nadal, como en su momento a Federer en hierba, siempre ha sido el gran reto de todos, pero desde hace tiempo el español tiene compañía. Djokovic asusta sea en la superficie que sea. El serbio domina todos los escenarios y a él intentará hacer frente hoy el escocés en la final. Necesita Murray sacar tan bien como ante Rafa si quiere tener posibilidades. Son cuatro los precedentes en tierra entre ambos, todos vencidos por el serbio, aunque la última vez, en Roland Garros 2015, fue llevado al límite y necesitó el quinto set para imponerse. En Madrid está quedando demostrado que la derrota de Nole en su estreno en Montecarlo, ante Vesely, fue sólo un accidente. Incluso le pudo venir bien. «Necesitaba descansar, pero de mente, no físicamente», ha admitido el número uno, que comenzó 2016 conquistando Doha, el Abierto de Australia, Indian Wells y Miami. Va de paseo en paseo en la capital de España, donde no jugaba desde hace tres años. Nishikori fue el primero que le inquietó algo ayer. El japonés salvó cuatro puntos de partido y le hizo el primer «break» del torneo, en un partido que levantó a la gente de sus asientos.

Djokovic y Murray serán los grandes rivales de Nadal en la lucha por su décimo Roland Garros. El zurdo español es ahora cinco del mundo y seguramente llegue en ese puesto a París, por tanto el gran duelo con los gigantes podría llegar en cuartos de final, antes de tiempo.