Torneos

La revolución de Djokovic

Prescinde de su equipo de toda la vida en vísperas del torneo de Madrid. La llegada del gurú español Pepe Imaz, la clave del cambio.

Nadal ya sabe el trayecto que le espera para lograr su quinto título en Madrid.
Nadal ya sabe el trayecto que le espera para lograr su quinto título en Madrid.larazon

Prescinde de su equipo de toda la vida en vísperas del torneo de Madrid. La llegada del gurú español Pepe Imaz, la clave del cambio.

Desde que Djokovic ganó la pasada edición de Roland Garros el serbio es otro. Lo aseguran sus resultados y sus compañeros en el circuito, que lo comentan en privado. De hablar de «Grandes», Masters 1.000, sets, «drives» o voleas ha pasado a manejar términos como «armonía, amor, felicidad, alegría, emociones...» ¿El responsable? El gurú español Pepe Imaz. A final de 2016, Djokovic prescindió de los servicios de Boris Becker. Y horas antes del arranque del Mutua Madrid Open ha decidido cerrar una etapa y abandonar a su equipo de toda la vida: su entrenador desde 2006, el eslovaco Marian Vajda, el preparador físico, Gebhard Phil Gritsch, y el fisioterapeuta, Miljan Amanovic. El núcleo duro con el que ganó 12 «Grandes» y con el que estuvo 223 semanas como número uno del mundo. De momento no hay relevo y el propio Novak aseguró en las redes sociales que se tomará un tiempo para ver quién dirige sus pasos. Al fondo de todas estas decisiones aparece su relación con Pepe Imaz. El gurú irrumpió en su vida el año pasado y su orden de prioridades y los términos vitales que maneja han cambiado. Imaz cuenta con una escuela de tenis en Marbella («Pepe Imaz Tennis» en Puente Romano) y allí ha realizado el serbio los últimos entrenamientos junto a su hermano Marko antes del comienzo del torneo en la Caja Mágica.

«Estoy eternamente agradecido a Marian, GG y Miljan por esta década de amistad, profesionalismo y compromiso con mis objetivos profesionales. Sin su apoyo no podría haber logrado estas alturas profesionales. Sé que dedicaron por completo sus vidas para ayudarme a alcanzar mis sueños y siempre fueron mi fuerza motriz, el viento en mi espalda. No fue una decisión fácil, pero todos sentimos que necesitábamos un cambio. Estoy muy agradecido y orgulloso de nuestra relación y vínculo inquebrantable que construimos a través de años de amor mutuo, respeto y comprensión. Ellos son mi familia y eso nunca va a cambiar. Quiero seguir elevando el nivel de mi juego y esto es un proceso continuo. Me gusta este viaje, siento como que estoy empezando algo nuevo otra vez y me encanta este desafío. Soy un cazador y mi mayor objetivo es encontrar la chispa de ganar en la cancha de nuevo», fue el comunicado con el que el serbio se despidió de los suyos.

La respuesta de su ex equipo fue igualmente diplomática. No sucedió lo mismo cuando rompió relaciones con Boris Becker. «Djokovic no pasó mucho tiempo entrenándose los últimos seis meses», dijo el alemán en diciembre. Esos seis meses coinciden con su victoria en París y con la aparición en su vida de Pepe Imaz. Este año «Nole» ha ganado en Qatar, pero luego todo han sido tropiezos. En Australia cayó en segunda ronda ante un secundario como Istomin; sólo hizo cuartos en Acapulco, Indian Wells y Montecarlo... Los comentarios apuntan a que físicamente está lejos de su mejor versión. «La victoria en París, que era su sueño de toda la vida, lo ha destensado. Nadie pierde su derecha o su saque de la noche a la mañana. Los rivales ahora ven que hay debilidades y saben cómo atacarle. Después de haber ganado tanto y durante tanto tiempo, tiene que cambiar y puede hacerlo porque tiene 29 años, pero se tiene que dar prisa», comenta Becker. El capitán serbio de la Copa Davis, Bogdan Obradovic, le ha aconsejado «hablar con Roger Federer». Ninguno de sus rivales esperaba una caída como en la que está sumido el de Belgrado.

Sus números son los peores de los últimos 10 años. En el ranking anual –la «Race»– hay 19 jugadores mejores que él y su balance es de 14 victorias y 4 derrotas cuando hace dos años sólo perdió seis partidos en toda la temporada. «Estoy deseando volver a Madrid y disfrutar de mi tenis», comentó a la web oficial del torneo antes de acabar con su equipo. En 2016 se impuso en la final a Murray, las dos incógnitas del cuadro masculino que arranca mañana.