Tenis
La norma que martiriza a los tenistas de la que se han quejado Alcaraz, Djokovic, Tsitsipas...
Los 25 segundos para sacar, con el cronómetro automático, ha puesto de acuerdo a casi todos los jugadores. Cada día hay una pelea con el juez de silla
Las discusiones entre tenistas y jueces de silla se han dado toda la vida, pero últimamente están teniendo un motivo común: la norma de los 25 segundos para sacar. Además, todos los jugadores parecen estar de acuerdo en que no les gusta nada el último giro que se ha dado. Existe desde hace mucho, pero se han ido haciendo añadidos. En el US Open de 2018 comenzó a mostrarse el reloj de tiempo en un marcador, y así lo podían ver tanto el propio tenista como los espectadores. Ya no dependía tanto del criterio subjetivo del juez de silla, aunque hasta el pasado julio sí seguía dependiendo en parte, porque era el árbitro el que lo ponía en marcha, y podía tener más manga ancha con los puntos largos para dar un respiro a los jugadores. Después del último Roland Garros, el reloj se activa de forma automática cuando termina el punto anterior. No se tiene en cuenta, por tanto, si se ha ganado desde el fondo o en la red o si ha habido un intercambio de 30 golpes o ha sido un saque directo. Si se incumple la norma se pita un «warning» y si se repite, el jugador tiene que empezar con segundo servicio.
De Alcaraz a Djokovic
Alcaraz, por ejemplo, ya se quejó en julio en Queen’s y volvió a hacerlo la semana pasada en Pekín. «Es que no me da tiempo, no me da tiempo. ¿Es tenis o una carrera de cien metros? Nunca me sancionan por esto porque voy lo más rápido posible», dijo, amargamente. En el Masters 1.000 de Shanghái cada jornada se repite el problema, agravado por otra novedad: de nuevo son los recogepelotas los que tienen que dar la toalla a los deportistas, recuperando lo de antes de la pandemia, ya que en los años posteriores al covid eran los propios jugadores los que iban a un cajón situado en un lateral para coger la prenda y secarse el sudor. El martes fue Tiafoe quien la tomó con el árbitro. En su caso hubo un intento de engaño: al ver que el tiempo acababa, el estadounidense tiró la pelota hacia arriba como si fuera a servir, pero no lo iba a hacer, fue para librarse de la sanción. No lo hizo y se peleó con el juez de silla de forma dura: «Que te jodan», le repitió tras perder el encuentro contra Safiullin. Después, pidió perdón.
En la jornada del miércoles Stefanos Tsitsipas (perdió con Medvedev, 7-6 (7/3) y 6-3) tuvo una dura discusión por un «warning» con el «juez» Fergus Murphy, que le respondió: «El cronómetro se pone en marcha automáticamente. No tengo ningún control sobre eso, tienes que estar atento al reloj». El griego le echó en cara que la tenían tomada con él, que era al único al que sancionaban, y el árbitro le contestó que ponían muchas sanciones, que tenía que ver más partidos. Al volver a servir, Stefanos lo hizo con segundo servicio y cometió doble falta. Después, perdió el juego y en el descanso siguió la discusión, de forma algo surrealista. «¿Has jugado al tenis?», cuestionó Tsitsipas. «No soy tan bueno como tú, pero sí», aseguró Murphy. «Serías un jugador de saque y volea. El tenis es un deporte físico, no estamos jugando a los dardos, tienes que mostrar algo de compasión», continuó el heleno. Mientras, el juez de silla intentaba decirle que no dependía de él, que él lo único que hacía era seguir las normas. Llegó a entrar hasta el supervisor del torneo para explicárselo.
La escena se repitió en el encuentro de Djokovic contra Safiullin (ganó el serbio 6-3 y 6-2). En el segundo set, con 6-3 y 3-1, Nole se enzarzo con el español Nacho Forcadell, sobre los dos temas en cuestión. Primero le consultó si no podía retrasar el comienzo de la cuenta y el juez de silla afirmó: «No, es automático. Tres segundos, Novak», explicando el tiempo que pasa entre que acaba el punto y arranca el reloj. El ganador de 24 Grand Slams siguió: «Sé que no depende de ti, pero el cambio de regla es increíble. Durante cuatro años hemos cogido nosotros las toallas, los chicos lo hacen lo mejor que pueden, pero no están entrenados...».
Se marchó a seguir jugando, y en el descanso prosiguió. Le preguntó que desde cuando era automático y Forcadell le aclaró: «Desde la temporada de hierba». Nole tuvo un monólogo entonces. «Después de cuatro años, se permite de nuevo a los recogepelotas que nos den la toalla y sois más estrictos con el tiempo. Entiendo que se desea acelerar el ritmo del juego, pero no podemos cambiar las reglas en medio de la temporada, hay que hacerlo al principio».
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