Tenis

Las particularidades de la derecha de Alcaraz, el golpe que domina el tenis

Alcaraz lució con su golpe preferido y más dañino para los rivales en la conquista de su segundo Roland Garros. «Nació con ella, es un don», dice Kiko Navarro. «Si dejáramos que diera un segundo bote, tendría ocho o diez metros de vuelo», analiza Jorge Mir

Spain's Carlos Alcaraz returns to Italy's Jannik Sinner during the final match of the French Tennis Open at the Roland-Garros in Paris, Sunday, June 8, 2025. (AP Photo/Aurelien Morissard)
French Open TennisASSOCIATED PRESSAgencia AP

La Torre Eiffel no tuvo a su lado al campeón de Roland Garros el día siguiente de la final por segundo año consecutivo. En 2024 estaba ya desplegado todo el dispositivo de seguridad de los Juegos Olímpicos y Carlos Alcaraz tuvo que hacerse la clásica instantánea del lunes en la Philippe Chatrier. Esta vez, fue el tenista español el que canceló un acto tan emblemático. Un borrón después de dos semanas para enmarcar, coronadas con una de las mejores finales de la historia contra Jannik Sinner. «Pues si te digo la verdad, no recuerdo una remontada así tan imposible de niño de Carlitos. Aunque suene feo decirlo, aunque tenía partidos por supuesto muy igualados, solía ganar muy bien», asegura Kiko Navarro, que fue entrenador del murciano hasta los 17 años.

Sólo tres ganadores tras salvar puntos de campeonato

Remontadas como la suya el domingo tampoco ha habido tantas en el circuito masculino. En la llamada «era Open», desde 1968, cuando se fusionaron el circuito profesional y el amateur y nació el tenis más o menos como se conoce hoy en día, sólo dos jugadores levantaron un «Grand Slam» después de salvar pelotas de campeonato en la final. Lo consiguió Gaudio contra su compatriota Coria en Roland Garros 2004, para remontar (0-6, 3-6, 6-4, 6-1 y 8-6) después de tener dos bolas definitivas en contra; y también Djokovic ante Federer en Wimbledon 2019, en el quinto set, con 8-7 y 40-15 a favor del suizo. Carlos subió la apuesta y fueron tres pelotas de torneo las que solucionó.

"Igual que el revés le costaba un poquito más, o el saque, con la derecha ya de niño marcaba diferencias"

KIKO NAVARRO (ENTRENADOR DE ALCARAZ HASTA LOS 17 AÑOS)

Kiko no recuerda una hazaña tan sonada de niño de Alcaraz, pero sí que su derecha ya era demoledora. «Para mí, junto con la dejada y la volea, nació con ello, tiene ese don. Tiene una derecha que cuando dice de funcionar creo que es la mejor del mundo, porque además lo hace todo: maneja alturas, tira ángulos y tiene una punta de velocidad como pocos jugadores. Claro que la trabajamos mucho, igual que el revés le costaba un poquito más, o el saque, con la derecha ya de niño marcaba diferencias», recuerda Kiko.

La derecha es el golpe letal de Alcaraz, el que hace que en la pista los aficionados exclamen cuando la suelta con todo. «Es la derecha más explosiva que he visto. Es muy impactante, y más en directo. Hay mucha gente que le pega fuerte, pero además está la precisión, la habilidad... Podría llegar a ser la mejor derecha de la historia del tenis», opina Alex Corretja. Según un estudio hecho por la ATP el pasado septiembre, ese golpe de Alcaraz pocas veces pierde potencia y tiene una media de 125 kilómetros por hora, casi cinco más que el promedio del circuito, aunque se han hecho virales algunas a 181 km/h; mientras que las revoluciones son 3.208, frente a las 2.708 que promedia el resto, lo que hace que la pelota al botar salga disparada y moleste.

«En la derecha es muy importante la preparación, estar muy bien colocado, con los pies separados y el peso distribuido. Después, el giro y rotación, cadera y hombros. El momento del impacto, siempre delante y, aunque depende de la altura que se le quiera dar, a esa velocidad a la que le está pegando Carlitos, que esté un pelín cerrada; y por último el seguimiento después del impacto, si quieres más efecto o no», analiza Jorge Mir, que llegó a ser el 446 del mundo y no pudo intentar ir más lejos por la exigencia económica de ser tenista, y que es el Director Técnico del Real Club Jolaseta, en Getxo. Jorge destaca un añadido en la derecha de Alcaraz. «Yo lo llamó la ‘‘doble percha”. Una percha, se inclina hacia arriba y luego baja. Carlos, en el momento de impacto, busca profundidad, que la pelota siempre bote entre la línea de saque y la de fondo. La doble percha es que en el momento que bota, si la dejáramos botar por segunda vez, tendría ocho o diez metros de vuelo. Busca las alturas, pero viaja a tal velocidad que al contrario no le da tiempo a llegar. El resto de tenistas no llegan a esa profundidad tan larga».

Esa capacidad, además, le permite tener muchas opciones si la pelota vuelve. «Puede hacer la dejada o a veces, cuando sube a la red, es porque el entiende que como el golpe anterior va a tener ese recorrido, le permitirá volear más cómodo», añade Mir, que también destaca, tanto de Carlos como de Sinner, «la capacidad de mantener esa intensidad en el tiempo» (en la final, cinco horas y 29 minutos, con pocos altibajos). «Y la anticipación. En el momento que el contrario golpea, ya saben aproximadamente en qué zona va a botarle, y eso les permite llegar bien colocados», concluye.

"Jamás ha tirado un partido"

JUAN CARLOS FERRERO

La derecha de Alcaraz tuvo mucha incidencia en la final contra Sinner, más allá de los 53 ganadores que consiguió con ese tiro, porque le permite aguantar el ritmo asfixiante del italiano y por momentos dominar, pero la clave estuvo en la mentalidad del español. El no rendirse, que no siempre lleva al éxito, pero sí es el único modo de poder lograrlo. «Jamás ha tirado un partido. Me ha sorprendido que lo consiguiera porque la situación era muy difícil, contra Jannik, que empuja, no te deja en paz y te da muy poquitos fallos; pero no que haya peleado hasta el final», analizó Juan Carlos Ferrero, que definió la remontada como «irreal». «Ha dado un pasito en cuanto a ser más fuerte mentalmente. Seguro que le ayuda a creer todavía más en él cuando no esté jugando bien», concluye.