Tiempos difíciles en Memphis

Marc, señalado como ejecutor de su técnico en su peor racha como jugador «grizzlie».

Marc Gasol está siendo más feliz esta temporada en su huerto que jugando al baloncesto. Sus Grizzlies acumulan diez derrotas seguidas, las dos últimas ante los Spurs de su hermano Pau, y con cambio de entrenador incluido. Un movimiento en el que ha tenido mucho que ver el pívot español, según se apunta desde Estados Unidos. En el «USA Today» se ha publicado que Marc, el jugador franquicia, y David Fizdale «llevaban casi diez meses sin hablarse».

La situación estalló en la octava derrota seguida. Ante Brooklyn Nets, Marc se pasó el último cuarto sentado en el banquillo. Fizdale se justificó con una explicación técnica: «No era nada personal. Probamos a jugar con cinco pequeños, pero no funcionó». Y el «33» de los Grizzlies explotó: «Te lo tomas de forma personal. Es algo que te frustra y yo lo hice, me enfadé, empiezas a pensar la razón y no sé el porqué. Es la primera vez para mí y no me ha gustado nada. Estoy más enfadado de lo que puedo mostrar». Su mosqueo no se quedó ahí: «Si no estoy en la cancha es que no soy valorado. Estoy seguro de que el cuerpo técnico sabía qué era lo que más me iba a doler. No sé si hay algo más que decir. Soy más un tipo de acción. No creo en las palabras. Veré lo que hace la gente y actuaré de acuerdo a ello». Horas después de la «rajada» de Marc, Robert Pera, el multimillonario propietario de los Grizzlies, prescindía de Fizdale, que tenía contrato hasta 2020. «Me sorprendió su despido. En absoluto lo pedí. Me enteré después de que Robert tomara la decisión. Me la hicieron saber, pero no antes. Está bien. No hay nada que pueda hacer al respecto. Nada. Todo lo que puedo hacer es ganar y tratar de descubrir el problema porque tengo mi parte de responsabilidad», dijo el mediano de los Gasol.

Y es que los Grizzlies empezaron siendo una de las sensaciones del Oeste, pero desde la lesión de Mike Conley, su base titular, se han despeñado. El equipo está con un balance de 7/14 (victorias/derrotas) y lejos de los «playoffs». Y eso es lo que más duele a Marc. Cerca de cumplir los 33 ha establecido con Memphis una relación muy difícil de ver en una estrella de la NBA. Es su ciudad, es su casa, es su club. Lleva más de media vida en la ciudad del estado de Tennessee y se considera o antes se consideraba un «one club man», un hombre fiel a unos colores, pero... Marc se había tomado este año, su décima temporada, como el del asalto a un anillo que ahora está imposible. Y eso podría condicionar su futuro. Su contrato con los Grizzlies se extiende hasta 2020. Esta campaña percibirá 22,6 millones –es el tercer jugador mejor pagado de la peor plantilla de los Grizzlies en años– y terminará con 25,5. La franquicia no se plantea su salida, pero.... Hay muchas franquicias que matarían por tener a un pívot como Marc asumiendo un contrato de las dimensiones del suyo. Los Cavaliers de LeBron James; los Celtics, que son la gran alternativa a los Cavs en el Este; los Lakers, que están en plena reconstrucción y podrían aspirar la próxima temporada a captar también a LeBron; los explosivos Rockets... El nuevo técnico, J. B. Bickerstaff, ha sido muy claro: «Es uno de los líderes de este equipo. Necesitamos que juegue su mejor baloncesto... Necesitamos que Marc Gasol sea Marc Gasol». Aunque ni siquiera eso parezca suficiente para acabar con una racha que podría prolongarse en la visita a los Cavaliers.