Fútbol y polémica

Berlusconi, el presidente del Milan que mezcló títulos y escándalos

Su llegada a la presidencia del club "rossoneri" en la década de los ochenta cambió el fútbol italiano

Berlusconi, a punto de vender el Milan a inversores chinos y árabes
Berlusconi, a punto de vender el Milan a inversores chinos y árabeslarazon

El fallecimiento de Silvio Berlusconi también afecta de manera directa al mundo del fútbol. El ex primer ministro italiano fue propietario del Milan desde la década de los ochenta. Berlusconi estuvo nada más y nada menos que 31 años al frente del club rojinegro y cosechó 29 títulos. Una historia que comenzó con el primer título de Liga en la temporada 1987-88 y terminó con la Supercoppa de Italia de 2016. Por el camino llegaron ocho "Scudetti (1987-1988, 1991-1992, 1992-1993, 1993-1994, 1995-1996, 1998-1999, 2003-2004, 2010-2011), 1 Coppa Italia (2002-2003), 7 Supercoppas de Italia (1988, 1992, 1993, 1994, 2004, 2011, 2016), 5 Champions League (1988-1989, 1989-1990, 1993-1994, 2002-2003, 2006-2007), 5 Supercopas de Europa (1989, 1990, 199) 4 , 2003, 2007), 2 Copas Intercontinentales (1989, 1990) y 1 Mundial de Clubes (2007).

Para muchos cambió la historia del club, aunque para una pequeña minoría sus polémicas maneras de actuar perjudicaron más que ayudaron. Durante estos últimos años, Berlusconi compró también el AC Monza. Durante este periodo se hizo viral una frase que generó muchos comentarios como señal de protesta. Fue en una cena de Navidad. "Hemos encontrado un entrenador bueno, amable y capaz de estimular a nuestros chicos. Yo también he dado un extra de motivación a los jugadores y les he dicho que si ganamos al Milan, a la Juve… a uno de estos clubes grandes, les mando un autobús lleno de prostitutas al vestuario", dijo. "Ya me han llamado sobre 100 personas, me piden que cumpla el compromiso", aseguró el ex dueño del Monza en unas declaraciones recogidas por La Repubblica.

Otro de los momentos más tensos del empresario en el mundo del fútbol fue hace unos años cuando el Milan pasaba por un mal momento y amenazó públicamente a sus jugadores con no pagarles. "No podemos seguir haciendo un papel así, esos señores (los patrocinadores del Milan) son los que nos dan el dinero, y me acaban de comunicar que si seguís jugando así no nos darán nada más. En ese caso no seré yo quién os pague", aseguró. Entre sus momentos futbolísticos, también era frecuente que saltasen día a día sus polémicas relacionadas con el sexo. En 2013, fue condenado en primer grado a siete años de prisión e inhabilitación por un caso de prostitución de menores y abuso de autoridad en el 'proceso Ruby'. Finalmente, el Tribunal Supremo italiano le acabó absolviendo.