Un vestuario expectante

Solari quiere ganarse el apoyo de la plantilla para cambiar la situación. Los jugadores saben que el éxito del argentino puede retrasar la llegada de una mano dura al banquillo.

Los jugadores del Real Madrid empezaron ayer a despedirse de Lopetegui en las redes sociales. Por la mañana el extécnico se despidió en privado de todos ellos. Parte del vestuario apoyaba al entrenador y parte lo veía con cierta distancia, pero casi ninguno deseaba la llegada de un técnico más autoritario que el vasco. En eso coincidían todos los miembros del vestuario. Ahora mismo, Solari se ha convertido en la última frontera para evitar que suceda: «He estado entrenando con el equipo y no miran con recelo a nadie», explicaba ayer el argentino cuando le preguntaron por su primer contacto con los futbolistas de la primera plantilla. Se había dicho que cuando se preguntó al vestuario acerca de si quería a Solari, muchos torcieron la cara. Pero una vez despedido Lopetegui, la opción del argentino no parecía tan mala a los integrantes del primer equipo.

El entrenador sabe que para conseguir algo positivo durante el tiempo que pase en el banquillo blanco, necesita aliarse con los futbolistas porque de otra manera es imposible. Solari fue jugador del Madrid y lleva años compartiendo ciudad deportiva con los jugadores que ahora entrena, es decir, conoce muy bien todo el entorno.

En su primer entrenamiento, la mayor diferencia fue que Pintus estaba al mando de la parcela física, como sucedía con Zidane. Uno de los déficits del equipo hasta ahora ha sido la forma de los jugadores, que no han estado a la altura de lo esperado y puede que haya sido fundamental para el bajo rendimiento en los últimos partidos. El ascenso de Pintus significa un cambio de rumbo.

Aún es pronto para saber qué política va a llevar Solari en su relación con los futbolistas, cómo va a plantear las concentraciones y qué libertad les va a dar. Todo lo que haga tiene que pasar por Sergio Ramos, quien lleva la voz principal dentro de la caseta blanca y que fue el único que salió a la zona mixta del Camp Nou a lanzar un aviso a la Junta Directiva acerca de la mano dura.

Si bien puede cambiar la preparación física y variar algunos entrenamientos, a Solari se le va a medir a partir del encuentro del sábado, cuando haga su primera alineación «real». El problema es que no va a tener mucho margen de acción. Carvajal está lesionado, Mariano está lesionado, Varane está lesionado y Marcelo tampoco está a punto. Es en defensa donde apenas tiene margen de acción. Por eso ayer entrenó con muchos chicos de la cantera y con ellos formará el equipo titular de esta tarde en el primer encuentro de la Copa en Melilla.