«Ve despacio y tira como sabes»

Keylor le aconsejó eso a Cristiano antes de la falta. El vestuario manteó a Florentino.

Le hicieron la falta a Modric, cerca del área, y Cristiano Ronaldo cogió el balón porque estaba convencido de que era su momento. Por ahí estaba Bale, pero el galés se dio cuenta de que esa no le tocaba. Por detrás, mientras, corría Keylor Navas, en un esprint que parecía de vida o muerte. El portero se recorrió todo el campo, con la urgencia de quien tiene algo que decir y debe decirlo ya, y se acercó a Cristiano Ronaldo y le habló al oído. Los porteros, mejor que nadie, saben qué tipo de balón son imparables y eso le debió decir al portugués. «Sé que le ha dicho algo, pero no sé lo que le ha dicho realmente», decía Zidane después del partido. Keylor no quiso desvelar nada. Fue Cristiano quien aseguró que el guardameta la aconsejó: «Corre más despacio y tira como sabes». El portero debió de ver a su compañero algo apresurado en otras jugadas y como era un momento decisivo le pidió paciencia.

La barrera se abrió y por ahí entró la pelota. Fue el culmen de la fiesta, el gol que valía la victoria. La felicidad absoluta. «Ha sido una noche perfecta. Ya dije que sería una noche mágica y fue lo que ha pasado. El equipo ha jugado con intensidad. Y la afición, como se dice en España, ha estado de puta madre y nos ha apoyado mucho y nos dio mucha fuerza para poder ganar bien un partido que estaba complicado. La noche fue perfecta», aseguró después del partido Cristiano Ronaldo, sin duda el héroe de la noche.

Fue una jornada tan feliz que cuando Florentino, como acostumbra, bajó al vestuario para hablar con los jugadores fue manteado. El vestuario era una piña exultante, mucho más que el día del Camp Nou. Y con Cristiano como figura. «Está demostrando lo que es. Es el mejor jugador del mundo y esto hace que sea un jugador especial. Pero al mismo tiempo Cristiano necesita a todo el equipo y lo que queremos, y lo que él quiere, es hablar del equipo y lo que han hecho juntos porque necesita a los demás. No todos pueden meter tres goles, por eso es especial. Marca la diferencia», reconocía Zidane.

Fue una de las mejores noches del portugués con el Real Madrid. El día para ser un héroe. Hasta ahora se hablaba de los futbolistas de los ochenta, de aquellas remontadas heroicas. Cristiano ha pasado a ser uno de ellos: «No es mi partido más importante. He hecho partidos mejores pese a los tres goles. La gente sabe que yo siempre doy el máximo. Los números no engañan. Sé que cuando se trabaja llegan los resultados. A quien trabaja, Dios le ayuda. Yo me voy a la cama fenomenal», decía el portugués. Agradeció el apoyo de una afición que ya se ha entregado completamente a él. Es el más aplaudido antes y después de los partidos y lo agradece. No podía dejar de sonreír con el balón bajo el brazo.