Además de pedir más esfuerzo, Zidane ha variado el dibujo, jugando con dos centrocampistas más retrasados y uno por delante.

Con Casemiro, Modric y Kroos, todo está más o menos planeado. El brasileño se sitúa detrás de los otros dos, que se pone a ambos lados. Modric más a la derecha y Kroos más a la izquierda. Hace tiempo que el alemán y el croata dejaron de pensar en la portería contraria, dejaron de manejarse como mediapuntas, y manejan al equipo desde el centro del campo, guardando su posición y moviéndose según las circunstancias del partido. El problema es que falta Casemiro y sin él, Zidane ha tenido que improvisar e ir cambiando según los futbolistas que dispone: ni Isco ni James ni Asensio, los tres habituales son centrocampistas puros, les gusta irse al ataque y, por tanto, hay que inventarse más variantes.

Un mediapunta

Uno de los grandes problemas par Isco y para James es que en el Real Madrid no existe la posición en la que ellos son especialistas. Les gusta jugar cerca del área contraria, detrás de los delanteros y delante de un centro del campo poblado que los libere del trabajo defensivo. Pero en un esquema con tres delanteros ambas situaciones se van a dar muy poco o nunca. Isco aprendió a trabajar con Ancelotti y más o menos afortunado con la pelota, nunca ha dejado de hacerlo. No es una cuestión de trabajo lo que se le reprocha, es más lo que hace con el balón, las vueltas que da con él antes de darlo a un compañero. Pero, aun así, aunque no puedan dejar de trabajar, Zidane les está intentando buscar un acomodo para que juguen más cerca del sitio que les gusta. «Podemos cambiar la posición durante el partido. Hay dos medios defensivos y uno más adelante, o cambiar. También podemos jugar línea de cuatro y dos delanteros. Dependerá de lo que queramos hacer en el campo. El sistema no es importante para mí, lo importante son los jugadores», explicaba Zidane antes del encuentro contra el Borussia en la Champions.

Flexibilidad y orden

Son las circunstancias del partido las que marcan las decisiones de Zidane. Por ejemplo, hay unos ocho minutos en el partido de Las Palmas en los que Zidane juega con Kroos y Modric y en ataque con Benzema, Morata, Cristiano y Bale, en busca de un gol que se consiguió rápidamente. El entrenador francés busca la mejor fórmula y últimamente, como sucedió el sábado en Sevilla, consiste en jugar con dos mediocentros y exigir mucho trabajo a los hombres de ataque. Tanto Bale como Cristiano Ronaldo estuvieron muy pendientes de no dejar solos a los laterales y de no perder la posición cuando el equipo no tenía la pelota.