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«El principal freno a los coches eléctricos es la falta de puntos de recarga»

Entrevista con Luis Antonio Ruiz Presidente y CEO de Jaguar Land Rover para España y Portugal

Luis Antonio Ruiz Presidente y CEO de Jaguar Land Rover para España y Portugal
Luis Antonio Ruiz Presidente y CEO de Jaguar Land Rover para España y PortugalGema Checa HEARSTLa Razón

Luis Antonio Ruiz, presidente y consejero delegado de este grupo para España y Portugal, cree que el mercado español de automóviles caerá este año en torno al 5% respecto a las cifras del pasado ejercicio, salvo que haya alguna decisión del Gobierno que incentive las ventas. Aunque para sus marcas, la llegada del nuevo Land Rover Defender, un todo terreno de referencia en el sector, le hace abordar este difícil año con un cierto optimismo.

-Todo parece indicar que este Gobierno va a cambiar la fiscalidad del automóvil.

Sí, eso dicen los medios de comunicación y, según han publicado, será al alza, bien por tramos de emisiones o bien gramo a gramo. No parece oportuno en un momento en el que nos enfrentamos a una situación complicada. Vemos que el mercado está cayendo y no es razonable incrementar la presión impositiva porque lo que lograremos es una mayor caída de las ventas de automóviles. No tiene sentido subir los precios de los coches nuevos. Si el Gobierno necesita incrementar la recaudación, yo sería más partidario de un impuesto sobre el uso. Es decir, que paguen más los coches que más contaminen. Porque incrementar la recaudación por la vía del impuesto de circulación es complicado, ya que se ha transferido a los ayuntamientos.

-¿Como se concretaría este nuevo impuesto?

Encuentro que se podrían estudiar dos posibilidades. Podría ser un impuesto anual que estuviera ligado a las etiquetas de la DGT. O podría haber otras. Pero creo que lo que sería importante es que este nuevo impuesto, si es que se produce, estuviera consensuado con los fabricantes.

-¿Su propuesta es gravar sobre emisiones, independientemente de la motorización?

Es importante un principio de neutralidad tecnológica, atendiendo a las emisiones de cada coche, independientemente de la tecnología que aplique para llegar a los niveles aceptados. Estamos asistiendo al hecho de que el nivel de emisiones creció en España en el último año debido a la caída de las ventas de diésel y el incremento de las mecánicas de gasolina. Todos sabemos que un diésel que cumpla con la Euro6 contamina menos que un gasolina.

-Entonces, ¿cómo podemos disminuir las emisiones?

La primera medida que deberíamos tomar para llevar a cabo una reducción de emisiones eficaz es la de retirar los coches más antiguos de la circulación. Una decisión que debería abordarse no sólo por el tema de emisiones, sino también por seguridad ya que la mitad de los accidentes que sufrimos en España son provocados por coches viejos que circulan por carreteras secundarias. Algo lógico porque, aparte de que no tienen las medidas de seguridad y ayudas a la conducción de los automóviles nuevos, sabemos que su mantenimiento es menor en función de la edad del vehículo. Sólo así reduciremos nuestra media de emisiones, que está ahora en 115 gramos.

-¿Para ello sería preciso poner en marcha un plan de ayudas como fue el Prever?

Un plan de este tipo es necesario para que los conductores que no tienen dinero puedan acceder a una ayuda para adquirir un coche moderno, sobre todo en un momento en que todos los centros de las ciudades de más de 50.000 habitantes van a tener acceso restringido. Hay que facilitar que quien tenga un coche que emita 200 gramos de emisiones, vaya reduciendo este nivel con otros modelos menos contaminante. Y además, es necesario trabajar en otros campos, como quitar el IVA para los eléctricos. Respecto a los híbridos enchufables, yo soy partidario de colocar una luz para saber si estos vehículos están circulando en modo eléctrico. La gente está muy preocupada por el acceso a las zonas restrictivas. Y vemos cómo Madrid Central está influyendo en las ventas de toda España. Se dejan de vender coches diésel en sitios donde no están restringidos, porque la gente tiene miedo de estas medidas.

-¿Los coches eléctricos son la solución?

Por el momento, las ventas de los eléctricos son residuales. Y el principal motivo para que la gente no compre estos coches no es el precio, sino la falta de puntos de recarga rápida. No saben dónde recargar y temen que se alargue la duración de los viajes. Deberíamos tener actualmente 85.000 puntos de recarga, y no llegan a cinco mil. España es uno de los países con más kilómetros entre puntos de recarga. Sabemos que muchas instalaciones previstas están paralizadas por problemas administrativos. Por eso pedimos que sean declarados de interés público, para que se puedan implantar puntos de recarga rápida sin tantas trabas administrativas. Porque ese es otro problema. En cada autonomía hay una legislación diferente.

-¿Cómo aborda Jaguar-Land Rover este proceso de electrificación?

Nuestras marcas están en un proceso de innovación permanente que, en los últimos diez años, ha permitido reducir a la mitad el CO2 emitido por automóvil en toda su gama. Con el I-Pace, además, Jaguar fue la primera marca en ofrecer un SUV Premium completamente eléctrico. Y durante este mismo año, todos los modelos de la gama tendrán versiones electrificadas, mild hybrid, híbridos enchufables o eléctricos. No hay que olvidar que nuestra marca Jaguar es líder en la Fórmula E, un auténtico banco de pruebas para nuestros automóviles de serie. Estamos trabajando sobre las baterías y no es aventurado pensar a corto plazo en autonomías de más de 500 kilómetros para los eléctricos puros o de 70 kilómetros para los híbridos enchufables, además de reducciones importantes en los tiempos de recarga. También vamos a tener una berlina eléctrica.

-Se ha hablado de la compra de JLR por parte de algún grupo automovilístico.

Tata, nuestro actual propietario, ha dicho que Jaguar Land Rover no está en venta. Pero lo que sí es cierto es que en este mundo del motor hay que buscar economías de escala y acuerdos con otras marcas para proyectos puntuales. Es necesario reducir los costes de fabricación y, para ello, hay que buscar colaboraciones como la que ya tenemos con BMW. Como la fabricación de un vehículo eléctrico es carísima, lo adecuado es hacer pactos para obtener mayores volúmenes de fabricación y abaratar los costes. Pero reitero que Jaguar Land Rover no está en venta.