Economía
¿Hay que cerrar las bolsas?
Los expertos coinciden en que no tendría sentido cerrar los mercados europeos mientras en EE UU prosigue la actividad y en China ya se está saliendo de la crisis. “Tenemos una bola de cristal para saber lo que va a pasar y la experiencia nos dice que es cuestión de dos meses”, añaden
Las bolsas europeas siguen padeciendo la cuarentena, pero en las calles y sin protección. Con el dinero en estado de pánico y pérdidas acumuladas que han dejado el Ibex 35 al borde de los 6.000 puntos, los pequeños ahorradores acumulan pérdidas que les costará mucho tiempo recuperar y se preguntan si no sería necesario cerrar las bolsas hasta que pase lo peor de la tempestad. Sin embargo, la mayoría de expertos consultados por este diario entienden que el mercado debe reflejar la situación global y que si la producción y los mercados siguen funcionando, las bolsas tienen que seguir operando. “Interrumpir los mercados no es una opción interesante. Una medida de ese calado tiene que producir un beneficio y un cierre no lo tiene, porque la economía no se ha parado, ni en Europa ni en ninguna parte del mundo”, explica Enrique Quemada, CEO de OnetoOne Corporate Finance. “La producción en Estados Unidos sigue como si nada, también el el Hemisferio Sur y en China se recupera. Si se cerraran las bolsas europeas se crearía el pánico en Nueva York y los valores europeos que cotizan allí, muchos españoles, se hundirían”, añade. Con oficinas en las tres principales urbes chinas, Quemada remarca la ventaja de que el mundo cuenta con una “bola de cristal” a la que mirar para atajar la pandemia. “El pánico es ridículo porque contamos con China y Corea del Sur como referencias. Allí la situación está controlada. Italia tiene ese patrón y nosotros, a su vez, el de Italia. Así que sí sabemos lo que va a pasar dentro de 10 días. Es absurdo que no se fijen patrones. La producción no se va a detener, como nos demuestra la experiencia china y surcoreana”, concluye.
En el caso de que se valorara el cierre de los mercados, esta acción debería de ser coordinada, como explica Miguel Ángel Bernal, profesor y miembro de IEB. “Solo podría tener un efecto positivo si todas las potencias estuvieran de acuerdo. Tendría que tener el beneplácito del G-20 y con el único objetivo de devolver la cordura a los mercados financieros, como se hizo en otras circunstancias como el 11-S”, añade.
Por su parte, la analista jefe de Singular Bank Victoria Torre Pérez considera que, en estos momentos, “el mercado está roto". “Ya lo ha estado otras veces, y aunque al final siempre resurge, en esta ocasión no es solo un tema económico, sino también sanitario, lo que añade una nueva dimensión al problema y una dificultad adicional a la hora de valorar cuándo podría verse el suelo”. La experta en fondos remarca que “las bolsas están reaccionando con pánico e irracionalidad y no se está atendiendo a valoraciones ni a fundamentales. Es lo que aseguran quienes opinan que los mercados deberían parar su actividad hasta que se recupere la cordura”, explica. Sin embargo, la paralización “tendría muchas consecuencias, ya que supondría una intervención en el libre mercado. Si se hace ahora, podría justificarse hacerse en otros momentos adversos”. Un precedente ante el que habría que analizar qué pasaría con los mercados ilíquidos. “¿Qué ocurre con los clientes que quieren (o necesitan) vender? ¿hasta cuándo se mantendría el cierre? ¿Quién nos dice por cuánto tiempo se mantendrá esta situación? ¿Y si al reabrir se hace con un fuerte hueco bajista, y las pérdidas para los inversores/ahorradores son incluso mayores?”. Incógnitas que las autoridades bursátiles no quieren aún afrontar.
Freno a los operadores a corto
Por eso, tanto el supervisor europeo como el español han preferido interponer cortafuegos. Así, la Autoridad Europea del Mercado de Valores (ESMA) ha reducido con carácter temporal al 0,1% del capital emitido, frente al 0,2% habitual, el umbral mínimo a partir del cual los inversores deberán informar a las autoridades acerca de sus posiciones cortas en valores cotizados en los mercados de la Unión Europea. El supervisor bursátil europeo considera que rebajar este umbral de notificación es una medida de precaución que, en estas circunstancias excepcionales, resulta esencial para que las autoridades supervisen la evolución de los mercados. La ESMA advierte que podría respaldar acciones más estrictas si fuera necesario para garantizar el funcionamiento ordenado de los mercados de la UE, la estabilidad financiera y la protección de los inversores. Con esta medida de carácter inmediato, se insta a los poseedores de posiciones cortas netas notificarlas a las autoridades nacionales competentes al cierre de la sesión de este lunes. La normativa de la UE obliga a notificar a las autoridades nacionales competentes las posiciones cortas equivalentes al menos al 0,2% del capital emitido de un valor, aunque el umbral que obliga a comunicar públicamente dicha posición bajista es del 0,5%.
Por su parte, la Autoridad Macroprudencial Consejo de Estabilidad Financiera (Amcesfi), que preside la ministra de Economía, Nadia Calviño, creada para evaluar y prevenir posibles riesgos sistémicos para la economía, se reunió el pasado viernes de urgencia para analizar el mayor desplome sufrido por la Bolsa española el pasado jueves, con una pérdida en la sesión del 14%, el mayor de su historia. El Ibex 35 registró un ligero rebote el viernes después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores prohibiera las ventas en corto es día sobre todas las acciones líquidas admitidas a negociación en las Bolsas españolas cuyo precio cayó el jueves en más de un 10%. La restricción afectó a 69 sociedades en total.
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