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“Marriage Squeeze”, la razón por la que usted no encuentra pareja

Este fenómeno penaliza a los varones "heteros" de entre 25 y 45 años en el "mercado matrimomial"

Encontrar o no pareja, aparte del atractivo físico o una labia sin igual, tiene, aunque no lo parezca, mucho que ver con el año de nacimiento. El blog económico Nada es gratis llama la atención sobre un fenómeno, el «marriage squeeze», que se puede traducir como «apretón matrimonial». Pero ¿en qué consiste esta manifestación que hace que parte de la población masculina esté condenada a la soltería? Pues básicamente se trata de un desequilibrio entre sexos en una población de edad núbil. La esencia de este tema se centra en el mercado matrimonial, visto como la cantidad de hombres y mujeres en edad casadera, así como en sus déficits. La principal característica del «marriage squeeze» es que, en etapas de aumento de la fertilidad y de la población, se produce un déficit de hombres en edad «de merecer», mientras que, en caso de caída de la natalidad, se da el efecto contrario, es decir, hay menos mujeres «disponibles», caso este último que se está produciendo en la mayoría de los países industrializados, incluido España.

Por selección natural, el número de niñas que nace al año es inferior al de varones, en una proporción de 100 a 106. Esto es debido a que los niños son más susceptibles a padecer enfermedades y a muertes prematuras, por lo que, después, en edades adultas, el número de hombres y de mujeres se iguala. Para que la proporción entre ambos sexos sea del 50%, necesariamente tienen que nacer más niños. Este fenómeno, en un contexto de caída de la natalidad, se traduce en menos población femenina y, por lo tanto, en menores posibilidades para un hombre de emparejarse al reducirse la «oferta matrimonial» que, por el contrario, aumenta en el caso de las mujeres, que tienen una mayor población masculina entre la que elegir.

Si tenemos en cuenta este hecho y el acusado descenso de la natalidad que se produjo en nuestro país entre 1975 y 1995, quienes peor lo tienen a la hora de encontrar pareja son los hombres heterosexuales de entre 25 y 45 años. En 1975, hubo en España aproximadamente 669.000 nacimientos. A partir de ahí, la tendencia general ha sido descendente, contabilizándose alrededor de 360.000 nacimientos en 1995, lo que supone una caída del 43,8%.

A esta dificultad en número de féminas «casaderas», se unen también las normas sociales, que hacen que se tienda a que las parejas tengan siempre unas determinadas características, como que la edad de la mujer sea inferior a la del hombre, por lo que el tramo de entre 25 y 45 años también tiene que competir con generaciones de más edad, que al mismo tiempo tienden a buscar parejas más jóvenes que ellos.

«En todos los países la mayoría de los varones tiende a emparejarse con chicas ligeramente más jóvenes. Por ejemplo, en España en el año 2000 la diferencia media de edad en las parejas estaba en torno a los 2,7 años y únicamente en un 15% de las parejas la mujer tenía mayor edad. Un descenso continuado de la natalidad provoca una disminución en el número de chicas más jóvenes con las que normalmente tienden a emparejarse los varones, al tiempo que aumenta la “competencia” por parte de los varones nacidos en años anteriores», señala Manuel Bagues en Nada es gratis.

Personas nacidas en españa
Personas nacidas en españaJosé Maluenda

Además, los datos del censo parecen confirmar la hipótesis de que en España hay un «exceso» de varones solteros que ha aumentado a lo largo del tiempo. «Por ejemplo, entre los nacidos en 1971, antes de que comenzase la transición demográfica, se observa que a la edad de 30 años (en 2001) el 47% de los varones estaba casado o convivía con su pareja, comparado con el 61% de las mujeres. En cambio, para la cohorte nacida en 1981, cuando la natalidad caía al 3% anual, la probabilidad de que un varón estuviese casado o conviviese con su pareja a los 30 años (en 2011) desciende al 46%, mientras que para las mujeres aumenta al 63%», continúa Bagues.

Exceso de varones

«Como consecuencia del descenso de la natalidad y la mayor probabilidad natural de que nazcan hijos varones, en las cohortes nacidas en España entre 1975 y 1995, por cada 106 varones hay aproximadamente unas 100 mujeres de la misma edad, 97 mujeres un año más jóvenes, 94 dos años más jóvenes, y así sucesivamente. Si se mantiene la diferencia de edad en las parejas, esta estructura demográfica implicaría que en estas cohortes habría un ‘‘exceso'' de en torno a un 15% de varones respecto al número de mujeres con las que potencialmente podrían emparejarse», concluye.

El exceso de hombres es aún mayor en las zonas que han sufrido una mayor caída demográfica, por ejemplo, en el noroeste peninsular como Asturias y Galicia, donde la natalidad descendió en este periodo a un ritmo de cerca de un 5% anual. También es probable que el «marriage squeeze» afecte en mayor medida a los varones con menor nivel educativo y a los que viven en zonas rurales, donde se añade el problema del éxodo femenino a las ciudades.

Posibles soluciones
Lo que deja claro el «apretón matrimonial» es que la demografía influye, y mucho, a la hora de encontrar nuestra media naranja. No obstante, este efecto se podría revertir si se dieran una serie de supuestos, como un aumento de la población homosexual masculina. Sin embargo, su número no ha variado mucho a lo largo del tiempo y las magnitudes son relativamente pequeñas.
Otro potencial mecanismo de ajuste sería un cambio en la diferencia de edad de las parejas, ya que ésta no ha cambiado prácticamente en las últimas décadas, quizás porque cuando los cambios de natalidad son permanentes, la capacidad de encontrar novias más jóvenes se ve limitada por la constante disminución del tamaño de las cohortes. El desequilibrio también sería menor si, por ejemplo, inmigrasen más mujeres extranjeras, porque en España el número de inmigrantes de ambos sexos es muy similar.