Finanzas

El peligro de las tarjetas «revolving» vuelve por Navidad

Son productos atractivos que permiten aplazar el pago de las compras, pero esconden unos intereses abusivos de en torno al 24% TAE

El chip de una tarjeta
El chip de una tarjetalarazon

La Navidad es una época de gasto, algo incompatible con la crisis económica en la que está inmersa el país por la situación sanitaria. El 47% de los españoles admite que está comprando menos que el año pasado durante las mismas fechas debido, en parte, a la caída de la renta, según un estudio elaborado por Capgemini. Esta situación es un auténtico filón para uno de los productos financieros más peligrosos: las tarjetas «revolving».

Le ofrecen un producto que permite flexibilizar las compras y aplazar los pagos con la capacidad de elegir la cantidad que quiere abonar. A primera vista parace que la tarjeta le va a dar un respiro y a sanear su economía, pero nada más lejos de la realidad, porque la cuesta de enero (y la de febrero, la de marzo, la de abril...) se empinará más todavía.

Las «revolving» parecen sencillas y atractivas, pero son una autentica amenaza para los bolsillos más castigados. «Además de ir acompañadas generalmente de una absoluta falta de transparencia en su comercialización, las tarjetas revolving tienen como principal característica los abusivos intereses que gravan estos pagos, generalmente superiores al 24% TAE”, explican desde la plataforma especializada en la defensa del consumidor Reclama Por Mí. El pasado mes de marzo, el Tribunal Supremo determinó que las tarjetas que apliquen “tipos de interés superiores al precio normal del dinero” y que sean “manifiestamente desproporcionados” son usura.

Su tarjeta puede ser «revolving» sin que lo sepa

La poca transparencia durante su comercialización es lo que las hace tan peligrosas porque “son tarjetas revolving aunque el usuario no lo sepa”, comenta Javier Moyano, director ejecutivo de Reclama Por Mí. Se suelen vender en centros comerciales, hipermercados, aerolíneas, hoteles, tiendas de ropa u otros establecimientos bajo el nombre de grandes marcas como reclamo, pero están asociadas a entidades bancarias como WiZink. El interés tan elevado de estas tarjetas hace que la deuda apenas disminuya aunque se pague la cuota mensual.

Son un producto atractivo porque parece que alivian una necesidad puntual, como pueden ser las compras navideña. No obstante, cuando comienzan a llegar los cargos mensuales, los afectados ven cómo su préstamo “no deja de crecer”, indica Moyano. Y añade: “Una buena forma de terminar con el contrato y eliminar la deuda es contactar con profesionales y reclamar a la entidad responsable”