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Pensiones

¿Seguridad Social quebrada? Suma más deuda que Telefónica, Iberdrola y Naturgy juntas

El órgano guardián de las pensiones se deja en caja más de 500 millones al mes hasta febrero respecto a la pre-pandemia

El órgano guardián de las pensiones se deja en caja más de 500 millones al mes hasta febrero respecto a la pre-pandemia. Luis DiazLa Razón

Las cuentas de la Seguridad Social siguen empeorando sin remisión. A los rectores del organismo no les gusta oír hablar de quiebra. Aducen que el Estado siempre podrá socorrer su deuda o financiarla de ser necesario, pero el hecho es que desde septiembre de 2012 los números negros se tornaron en rojo sin remisión y el sistema supera los 85.000 millones de deuda y cerrará en los 100.000 millones al no computar ya los préstamos del Estado en el pasivo de la Tesorería. Esa gigantesca y necrosada losa supone nada menos que la deuda conjunta de gigantes en permanente evolución como Telefónica (37.744 millones a cierre de 2020), Iberdrola (37.537 millones) o Naturgy (15.268 millones).

El Banco de España calcula que un 18% de las empresas españolas son insolventes, dado que su deuda neta supera más de 12 veces sus beneficios previstos en los próximos 2 años. Así pues, si la Seguridad Social fuera una empresa, estaría mucho más allá del riesgo de insolvencia. De hecho, toda la deuda de las 35 grandes empresas españolas con mayor cotización suma “solo” 50.000 millones más que la de la Seguridad Social: 157.899 millones por los 100.000 millones del guardián de las pensiones.

Al incremento de la deuda y del déficit contribuyen las malas perspectivas laborales. Así, el balance del organismo gestor de las pensiones públicas cerró los dos primeros meses del año con un saldo positivo de 318,02 millones de euros, lo que implica una caída del 78,4% respecto a los números registrados en el mismo periodo de 2019, cuando el saldo positivo fue de 1.472,24 millones. La Seguridad Social se ha dejado por el camino 577 millones cada uno de los dos primeros meses del año en su balance. El superávit es la diferencia entre unos ingresos (no financieros) de 25.982,44 millones, que crecieron el 2,67% interanual, y unos gastos de 25.664,42 millones, que aumentaron un 7,68%.

Las cotizaciones sociales ingresaron 21.429,03 millones, lo que supone un incremento del 0,6% respecto a un año antes. De acuerdo con el ministerio, las cuentas de la Seguridad Social continúan reflejando el impacto de la pandemia, ya que los ingresos por cotizaciones de desempleados crecieron un 14,53%, mientras que los ingresos por cotizaciones de ocupados descendieron un 0,38%.

La disminución en la cotización de ocupados se explica por las exoneraciones de las cuotas de los trabajadores de empresas acogidas a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que en enero han supuesto ingresar 178,73 millones menos, así como por las exoneraciones de cuotas de trabajadores autónomos perceptores de las prestaciones extraordinarias.

Por el lado del gasto la mayor partida, 22.261,65 millones, correspondió a pensiones y prestaciones contributivas, con un aumento del 7,83% interanual, con las pensiones de los nuevos jubilados rozando los 1.600 euros al mes. Los subsidios de incapacidad temporal supusieron un desembolso de 1.890,19 millones, con un aumento del 27,43 % internual.

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