Empresas
El acuerdo entre Veolia y Suez pone en riesgo más de un centenar de empleos en España
Labaqua, el laboratorio alicantino que rastrea la Covid-19 en aguas residuales, en peligro de extinción
El laboratorio de referencia en España en el rastreo de la Covid-19 en aguas residuales se encuentra en peligro de extinción. Al menos, si no se garantiza el empleo de su centenar de trabajadores, excluidos en el pacto Veolia-Suez que estará rubricado previsiblemente el próximo día 14. El acuerdo garantiza más de cuatro años de empleo para los franceses pero excluye a los españoles de Labaqua, lo que supone un grave riesgo de desaparición de una compañía líder en investigación y desarrollo. La operación diseñada tras la OPA hostil de Veolia contra Suez incluye todas las empresas del negocio español de Aguas de Barcelona, salvo la tecnológica.
El riesgo de desaparición de la compañía española puede suponer un duro golpe a la innovación en España. Máxime, en estos momentos, en los que Labaqua desarrolla una labor imprescindible en la lucha contra la pandemia de la Covid-19. El laboratorio analiza las aguas residuales de toda España desde que empezó la crisis sanitaria y desarrolla una importante actividad empresarial en nuestro país. Sin embargo, el pacto entre los dos gigantes franceses para repartirse el conglomerado de empresas podría poner en peligro su supervivencia. Más de un centenar de trabajadores podrían perder sus empleos y, por tanto, la actividad de la compañía sería residual si se cumplen los planes del acuerdo que Veolia y Suez tienen previsto firmar próximamente. En el acuerdo se garantiza la estabilidad por cuatro años más uno de las plantillas francesas, pero no se incluye garantía alguna para los trabajadores de Labaqua. Según explican fuentes sindicales, «la OPA la van a tener que pagar los trabajadores de Labaqua y el laboratorio, que pasará de la excelencia en innovación a unas condiciones precarias en las que será imposible mantener los estándares de calidad que se desarrollan en la actualidad», advierten. Y es que si la compañía queda excluida del grupo empresarial Veolia y de las sinergias empresariales con Aguas de Barcelona, su desaparición podría ser inmediata, auguran los representantes de los trabajadores.
Operación
El pacto entre las dos francesas llegó después de que Veolia lanzara una OPA hostil sobre Suez que llevó a un enfrentamiento entre ambas direcciones hasta llegar a un acuerdo que prevé una OPA sobre el 70,1% de Suez. Veolia pagará 20,5 euros por acción a Suez, un precio superior a los 18 euros planteados al comienzo de la operación. La concentración de ambos grupos dará lugar a un conglomerado empresarial de 37.000 millones de euros incluyendo los negocios de Suez fuera de Francia, valorados en 10.000 millones de euros. Sólo los negocios de Aguas de Barcelona, donde se integra Labaqua, ascienden a 7.000 millones de euros.
Los representantes de los trabajadores esperan una respuesta a la situación «discriminatoria» que entienden se produce con los trabajadores franceses y confían en que el acuerdo que se rubrique el día 14 contenga las condiciones de cómo quedará el laboratorio tras el paso del grupo a manos de Veolia. Las palabras del consejero delegado de Veolia, Antoine Frérot, descartando despidos, lejos de tranquilizarlos, han sembrado aún mayor inquietud entre los trabajadores. El Ejecutivo galo ha subrayado que «no habrá consecuencias sociales» en España, tras recordar que la francesa no cuenta con negocios del sector del agua en España que puedan solaparse con la actividad de Agbar. Fuentes sindicales advierten, sin embargo, de que las afirmaciones de Frérot «son generales, pero no aterrizan qué va a pasar con Labaqua» y le conminan a que responda en el marco de las negociaciones del acuerdo.
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