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Tres años perdidos: el pobre balance de Luis Planas como ministro de Agricultura

No ha pactado con las autonomías la posición española en la PAC y ha sido objeto de las mayores protestas del campo español en 30 años

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, durante la presentación del "Informe del Consumo Alimentario en España 2020"
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, durante la presentación del "Informe del Consumo Alimentario en España 2020"Alberto OrtegaEuropa Press

Durante los tres años que lleva como ministro de Agricultura, Luis Planas no ha querido pactar con los representantes de las autonomías la posición que ha defendido España en las negociaciones de la Política Agraria Común (PAC) en Bruselas, que todavía no se ha cerrado. Cuando se produjo una situación similar, el entonces ministro Miguel Arias Cañete sí que pactó esa postura común, que fue la que defendió en la UE. Planas ha sido incapaz de presentar un documento con su propuesta a las comunidades en la que se recojan las líneas generales de la aplicación de esa nueva política en España y sobre la elaboración del Plan Estratégico nacional, que es el instrumento más importante en la normativa comunitaria.

Una parte de los consejeros de Agricultura han solicitado en reiteradas ocasiones a Planas que presente de una vez por todas ese «papel», sin haberlo conseguido todavía. Desde el Ministerio argumentan que no lo harán hasta que no se cierre el acuerdo definitivo en Bruselas. Los consejeros, por su parte, insisten en que la situación en la UE no impide que haya una propuesta con las ideas generales, aunque las cifras concretas, en las medidas que corresponda, se pueden quedar entre corchetes o en blanco. Su decreto de medidas transitorias para 2021 ha cosechado fuertes críticas.

Tres años es un periodo de tiempo más que suficiente para hacer un balance de la gestión de Planas como ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. Y este no puede ser más negativo. Respecto a la Política Agrícola Común (PAC), no ha pactado con las comunidades autónomas la posición que ha defendido en Bruselas; tampoco ha presentado a los consejeros de Agricultura un solo papel con sus propuestas de aplicación en España de esa nueva PAC. Las modificaciones que ha hecho de la Ley de la Cadena Alimentaria no funcionan, como se está poniendo de manifiesto en el caso de la situación actual del sector lácteo.

Con Planas en el Ministerio, el campo español ha conocido la mayor oleada de protestas y movilizaciones de las tres últimas décadas y, por supuesto, de este siglo. La llegada de la pandemia puso punto final a las manifestaciones y los compromisos que adquirió Planas para poner en marcha mesas de diálogo se han quedado en papel mojado, porque, o bien no se han reunido, o bien lo han hecho en una o dos ocasiones.

Entre los ejemplos de la «no gestión» de Luis Planas y su pasotismo figura también la no defensa de los ganaderos ante los ataques recogidos en el último documento presentado por Pedro Sánchez con 2050 como horizonte; asimismo, tampoco ha defendido los intereses de los ganaderos en el conflicto del lobo, primando las tesis de la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica Teresa Ribera. La puntuación de Planas sería de 1 por aquello de reconocer que hay días en los que va al Ministerio. ¿A qué dedica su tiempo? Pues al «savoir vivre» y a trabajarse ahora el Ministerio de Asuntos Exteriores.