Opinión

La solución de VOX para la luz: soberanía energética

la formación de Abascal reúne en su plan ideas sensatas aderezadas con populismo nacionalista

El presidente de Vox, Santiago Abascal
El presidente de Vox, Santiago AbascalEUROPA PRESS/E. Parra. POOLEuropa Press

Vox acaba de lanzar una campaña en redes donde expone sus soluciones para el mercado eléctrico español; soluciones que, como ya es costumbre en esta formación política, mezclan ideas sensatas aderezadas con populismo nacionalista.

Así, ¿cuáles son las propuestas relativamente sensatas que plantea Vox para abaratar el precio de la luz? Por un lado, promover –no sabemos si estatalmente o no– la construcción de nuevas centrales nucleares, hidroeléctricas, térmicas y eólicas y, por otro lado, eliminar el Impuesto Especial a la Electricidad y rebajar el IVA desde el 21% al 10% o al 4%. Como digo, ambas propuestas tienen cierta sensatez, aunque deberían ser matizadas. Primero, quien debe construir las centrales eléctricas no es el Estado, sino las empresas privadas atendiendo a su expectativa de rentabilidad: construir centrales por el mero hecho de construir centrales, sin atender a los costes medios del MWh, no tiene demasiada lógica, sobre todo cuando nuestro país ya cuenta con un exceso de potencia instalada.

Lo que necesitamos no son más centrales eléctricas, sino centrales eléctricas más baratas, y para descubrir el mix eléctrico más eficiente el camino es liberalizar y permitir que los empresarios se jueguen su capital en competir para rebajar precios. Segundo, eliminar o rebajar impuestos está muy bien siempre que se especifique cómo se piensa financiar esa medida.

Vox no suele desglosar los ajustes de gasto que serían necesarios para cubrir sus reducciones fiscales, lo cual evidentemente deja su plan presupuestario cojo. Hasta aquí las ideas moderadamente sensatas: ¿dónde encontramos los ramalazos populistas del mensaje de Vox? Cuando nos promete que, gracias a sus políticas, España logrará la «soberanía energética». No queda demasiado claro qué es eso de soberanía energética: soberanía es el poder último de decisión, de modo que al aplicarlo a la energía parecería desprenderse que Vox aspira a que los españoles tengamos pleno control sobre la energía que consumismos.

Dicho de otra forma, Vox buscaría que España no dependa energéticamente de nadie: la autosuficiencia energética. Pero esto es una pura fantasía nacionalista, dado que ni siquiera los de Abascal están planteando el tipo de drásticas –y empobrecedoras– medidas que serían necesarias para alcanzar semejante meta. Por ejemplo, ¿está Vox a favor de prohibir los coches con motor de combustión y universalizar el uso del vehículo eléctrico? No me consta ningún tipo de propuesta al respecto. Pero, en tal caso, nuestro país seguirá dependiendo de la importación de petróleo para mover su parque de automóviles.

No olvidemos que el consumo de energía no es equivalente al consumo de electricidad: la mitad de la energía final que consume España procede de productos petrolíferos y el 18% del gas y el carbón. Sólo el 24% se corresponde con el sistema eléctrico, que es donde –como mucho– podríamos lograr una cierta autosuficiencia a través de las renovables y la nuclear. Por consiguiente, la soberanía energética es hoy por hoy inalcanzable e indeseable. Apelar a ella sólo es una forma de desenfocar el debate alimentando los bajos instintos nacionalistas.