Smart contracts: qué son, utilidad y ventajas

La digitalización ha reconfigurado el sistema económico actual, modernizando el tejido empresarial e industrial, introduciendo novedades en la sociedad tales como el uso de las criptomonedas o incluso el metaverso.

Una de las tecnologías más utilizadas en la actualidad es la del blockchain, un sistema distribuido por toda la comunidad que se utiliza con el objetivo de almacenar bloques de transacciones que deben ser verificados con una red de nodos.

A través de los módulos de blockchain se pueden llevar a cabo diferentes operaciones o trámites como los smart contracts o los contratos inteligentes, en los que dos o más sujetos pueden llevar a cabo acuerdos o negocios jurídicos que se programan y ejecutan en esta tecnología siguiendo una serie de reglas, las cuáles han sido previamente aceptadas por todos los integrantes del módulo.

“La gran diferencia con los acuerdos o negocios jurídicos conocidos hasta la fecha, es que los smart contracts son creados por códigos de programación de carácter inmutable, es decir, una vez prestado el consentimiento se ejecuta lo contratado y se prevé en el mismo todas las condiciones que puedan darse y las consecuencias derivadas de cualquier tipo de incumplimiento”, tal y como asegura Luis Miguel Alonso Rodriguez abogado de la asesoría jurídica Legálitas.

¿Cómo se hacen los smart contracts?

Estos contratos pueden estar creados por personas físicas así como por jurídicas, ya que haciendo uso de la transparencia de esta tecnología, quedará registro de todo lo que suceda en el módulo, dando una “completa seguridad y confianza” a las empresas al igual que a los consumidores y usuarios.

El desarrollo de los smart contracts hace que el personal legal y el informático programador se convierta en el mismo sujeto, ya que de esta manera podrá “velar por todas aquellas situaciones que puedan contemplar la realidad y las consecuencias que se derivan de cada una de ellas”, afirma Alonso.

Utilidad y ventajas de los contratos inteligentes

En plena era digital aquellos trámites tan simples como ir paseando por la calle y realizar una compra en una tienda se han sustituido por la venta a distancia, haciendo que cada vez sea más común emplear las redes telemáticas para adquirir estos bienes y servicios.

Por tanto, los sistemas de contratación también se han sumado a este carro. No obstante, uno de los principales problemas para cumplimentar los negocios jurídicos y contratos reales, es que es necesario que la persona interesada acuda presencialmente a organismos o juzgados y tribunales para exigir a las partes al cumplimiento de estos documentos.

Sumado a esto, en los casos internacionales, estas personas pierden la capacidad de reclamar por vía nacional, ya que los organismos estatales no poseen ni potestad ni competencia para exigir el cumplimiento de los contratos o en caso de que fuese necesario, el sancionar que se produzcan incumplimientos contractuales.

En este sentido, el uso de la tecnología blockchain en los contratos inteligentes permite que en los casos de que se den ciertas complicaciones o incumplimientos, se pueda resarcir o compensar las consecuencias que esta situación ocasione desde cualquier parte del mundo.

Es por ello que en aquellos casos que no se vean contemplados, al ser un sistema en el que toda la comunidad va a tener constancia de estas situaciones, en estos módulos quedará registro de cómo se puede solventar o aquella opción más aceptada.

Claros ejemplos de estos contratos son la programación de una maquina expendedora a la hora de canjear el producto que se quiera adquirir a través de una aplicación, así como la formulación de un contrato financiero para realizar una compraventa de acciones o divisas.

En definitiva, estos smart contracts son herramientas legales que permitirán una mayor transparencia y confianza, evitando así cualquier tipo de estafa; y además evita la necesidad de acudir inmediatamente a organismos de mediación o juzgados y tribunales para resolver el problema