PIB

La inflación hunde la recuperación económica: los analistas prevén menos crecimiento en 2022 y 2023

Funcas prevé que la economía española crezca este año un 4,2% del PIB y Fedea calcula una “pérdida máxima” de potencial del PIB en España de 4,5 puntos

Vista del panel del Ibex 35, el principal indicador del parqué madrileño de la Bolsa
Vista del panel del Ibex 35, el principal indicador del parqué madrileño de la BolsaAltea TejidoAgencia EFE

La situación económica del país no ha parado de recibir un varapalo tras otro, en el que la inflación desbocada alcanzando el 9,8% en marzoy la actual guerra de Ucrania han sido los principales elementos de la tormenta perfecta que han provocado que las previsiones de crecimiento de la economía en España pendan de un hilo.

En este sentido, desde la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) han calculado que este conflicto tendría un impacto de “pérdida máxima” de potencial del PIB en España de 4,5 puntos por el canal de las exportaciones e importaciones, de acuerdo a un estudio publicado este miércoles por la organización.

Por su parte, debido a esta nueva situación marcada por la guerra que está teniendo efectos en la economía española, la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) prevé que la economía española crecerá este año un 4,2% del PIB, recortando así 1,4 puntos respecto a su anterior previsión trimestral, y estima la inflación media a final de año será del 6,8%, 2,2 puntos porcentuales más en comparación con su estimación anterior.

Funcas asegura que por delante hay un crecimiento “muy débil”

A pesar de que la previsión de crecimiento se ha rebajado por parte de Funcas debido a una “incertidumbre muy elevada”, su director general, Carlos Ocaña, ha explicado el crecimiento del país seguirá en positivo, a pesar de que este se realizará a un ritmo menor, por lo que la economía se situará en 2022 un 2,5% por debajo del PIB prepandemia.

“Tenemos por delante un crecimiento muy débil”, aseguró el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, ya que se espera un crecimiento acumulado del 1,1% en los próximos tres trimestres. “No estamos contemplando estanflación” en los posibles trimestres con retroceso económico, debido a la persistencia de factores como el ahorro acumulado durante la pandemia, el repunte del turismo y los fondos europeos, en línea con el último trimestre de 2021. De cara a 2023, Funcas también rebaja su previsión de PIB, en dos décimas, y la sitúa en el 3,3%.

En este sentido, el principal riesgo que afecta a estas previsiones es el entorno geopolítico, ya que si el conflicto bélico empeora junto con las sanciones establecidas, esto podría suponer que las relaciones entre Rusia y la Unión Europea se rompieran por completo, agravando así la crisis energética y las disrupciones en la cadena de suministros; mientras que si se produce un rápido desenlace, esto estabilizaría los mercados energéticos y ayudaría a contener la inflación.

En lo que respecta a España, la Fundación advierte de que la senda de crecimiento del país dependerá mayoritariamente de la evolución del coste de los hidrocarburos y de la electricidad; por lo que prevé que la inflación alcance su “pico” entre “este mes y el que viene” esperando una bajada del precio de los carburantes.

El impacto del alza de los precios afectará al consumo privado, cuya previsión de crecimiento pasa del 3,8% al 4,9%, reduciéndose la capacidad de compra de los españoles en 16.700 millones de euros. La expectativa de inversión, por su parte, cae del 9,4% al 6,8% para el presente ejercicio.

En cuanto al empleo, este crecerá a menor ritmo que en 2021, en consonancia con la desaceleración de la economía. Hasta finales de 2023, se crearán 473.000 puestos de trabajo, con lo que la tasa de paro se situaría en el 13,8% este año y por debajo del 13% el próximo.

El déficit público, por su parte, bajará al 5% este año y todavía sería del 4,5% en 2023, mientras que la deuda pública superará el 112% del PIB en 2023. En cuanto a la política monetaria, se espera que el BCE comience a subir los tipos de interés este año y realice varias subidas más a lo largo de 2023, de modo que el Euribor a un año se situará en positivo a lo largo de la segunda mitad de este año.

Fedea prevé un “shock” de precios de importación para España y la UE

De acuerdo con Fedea, a pesar de que hay un grado elevado de dependencia energética por parte del conjunto de la Unión Europea respecto a Rusia, al igual que muchos de sus Estados miembros, esto no ocurre con España. La Federación Rusa representa en torno al 40% de las importaciones de gas natural y carbón de los Veintisiete y más del 23% de las de petróleo y derivados, lo que supone un 28% de sus importaciones totales de estos productos y un 17% de sus necesidades totales de energía.

“El problema que esto supone se ve agravado en muchos casos por el hecho de que las infraestructuras de distribución existentes en buena parte de Europa (fundamentalmente oleoductos y gasoductos con origen en Rusia) hacen muy difícil un cambio rápido de proveedores”, explica Fedea.

En cuanto a España, este país tiene una dependencia energética de Rusia del 5,1% causadas por la necesidad de importaciones de carbón, petróleo y gas rusos, mientras que las exportaciones de bienes a Rusia son del 0,2% del PIB.

Por tanto, el mercado ruso tiene una importancia “muy limitada” para la UE, con la excepción de los países bálticos, ya que las exportaciones de bienes a Rusia suponen sólo un 0,6% del PIB de los Veintisiete y un 1,4% en el caso de Polonia, que es el país grande más sensible a la posible pérdida de este mercado.

En este sentido, Fedea calcula que se produzca un “shock” de precios a la importación del 4,5% del PIB en el caso de España y del 4,8% para el conjunto de Estados miembros de la Unión Europea. Mientras, en términos de pérdida máxima del PIB, la fundación estima 4,5 puntos para España e Italia, 4,8 puntos de impacto para Alemania y 3,8 para Francia. De media, los Veintisiete tendrán pérdida máxima sobre su PIB de 5,4 puntos a causa del impacto en las exportaciones e importaciones a Rusia.

“Se trata, por tanto, de cifras muy respetables, con magnitudes equivalentes en muchos casos a una recesión profunda, que tienden a ser especialmente elevadas en los países del Este, pero no sólo en ellos”, concluye.