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El elevado precio de la energía redobla el interés de las compañías por la eficiencia energética

Serveo, la antigua Ferrovial Servicios, calcula que, con los cambios adecuados, se puede ahorrar entre un 50% y un 70%. La empresa, con Portobello en su capital, abre una nueva etapa en la que no descarta compras para crecer

Un operario de Serveo trabaja en una placa solar
Un operario de Serveo trabaja en una placa solarServeo

El precio de la energía está por las nubes. El coste de la electricidad ha subido el 107,8% interanual, aunque sin tener en cuenta las rebajas de impuestos sobre la luz aplicadas por el Gobierno para contener los precios, el incremento sería del 137,9%, de acuerdo con los cálculos publicados ayer por el INE sobre inflación. Este incremento de costes no sólo afecta a los hogares, sino también a las empresas. Las asociaciones de grandes consumidores de electricidad, que representan a unas 20.000 empresas y el 25% del consumo eléctrico nacional, llevan tiempo reclamando al Ejecutivo medidas más decididas para hacer frente a este aumento que pone en peligro su viabilidad. Pero además de preocuparse sobre el precio en sí de la energía, las compañías están empezando a mostrar también un gran interés por reducir su consumo, otra vía con la que se puede reducir de forma importante su factura. De ello dan fe en Serveo.

La antigua Ferrovial Servicios, renombrada ahora tras el desembarco en su capital del fondo Portobello, máximo accionista de la firma ahora con el 75,01% de su capital; ha detectado un incremento del interés por las soluciones que pueda aportarse su división de eficiencia energética. “Los clientes, tanto administraciones públicas como empresas, están más interesados en las soluciones que podamos aportarles para bajar la factura de la luz ante el incremento del precio de la energía”, explica a LA RAZÓN su consejero delegado, Juan Ignacio Beltrán. El directivo asegura que, con soluciones relativamente sencillas como el cambio de luminarias, el control de edificios o la instalación de calderas más eficientes, se pueden lograr “ahorros sustanciales en el consumo, que van desde el 50% en edificios hasta el 70%”. Oro puro en un momento de gran tensión energética.

Beltrán asegura que, hasta no hace mucho, eran sobre todo las administraciones públicas las interesadas en este campo. Pero ahora ven que hay más por parte de industrias con gran consumo. Esto abre la puerta al crecimiento de esta área de actividad que, dentro de Serveo, es la más pequeña y que está lejos de los 600 millones de euros que facturó el año pasado “facility management”, el gran motor de la compañía; o los 200 de industria. Carreteras es la cuarta división.

Crecimiento

En principio, Serveo se propone asentar su crecimiento sobre estos mismos cuatro pilares heredados de su época como filial de Ferrovial, “repensando un poco nuestro plan estratégico para ser más ambiciosos porque creemos que en el mundo del sector servicios va a haber oportunidades”. A corto plazo, la firma no se plantea nuevas aventuras empresariales ni extender su actividad a otros países que no sean España y Portugal, afirma Beltrán. Lo que sí tiene en el punto de mira son potenciales crecimientos inorgánicos porque “creo que habrá oportunidades en los próximos meses o años”, especialmente en el campo del “facility management”. Beltrán observa movimientos en este terreno. Hay, dice, grandes compañías de construcción y servicios a las que “muchos analistas están empujando a centrarse en las infraestructuras y vender otras divisiones”. Muchos, dice, no entienden esta estructura de negocio de algunas firmas españolas porque, a su entender, el negocio está en la promoción de concesiones. Por eso, a Beltrán no le extrañaría que “algunas compañías constructoras medianas y grandes puedan estar en procesos de venta” de sus negocios de “facility management”.

Si surgen oportunidades, el consejero delegado de Serveo asegura que la compañía contará con el respaldo de Portobello. Beltrán considera que el desembarco del fondo en su capital es muy positivo porque les aportará “procedimientos más ágiles que nos harán más competitivos” al salir de una estructura tan grande como la de Ferrovial que, en determinadas circunstancias, encorsetaba sus movimientos.