Opinión

Planas sigue desaparecido y sumando fracasos

Tendrá muy difícil ponerse de perfil tras lo ocurrido con los cítricos en Bruselas, cosa habitual en él durante su vida política

El ministro de Agricultura , Pesca y Alimentación, Luis Planas durante su visita a unos viñedos
El ministro de Agricultura , Pesca y Alimentación, Luis Planas durante su visita a unos viñedosSalasAgencia EFE

Luis Planas ha vuelto a dar muestras de que en los asuntos importantes sigue desaparecido. En esta ocasión van a pagar las consecuencias de su desidia los citricultores españoles, especialmente los andaluces, comunidad de adopción del ministro de Agricultura por su relación con Córdoba, y los valencianos, región en la que nació el titular de la cartera de Agricultura.

Anda desaparecido Planas repitiendo en Andalucía la misma operación de carácter electoral que ya puso en marcha meses atrás en Castilla y León, con resultados poco satisfactorios para su partido en términos electorales: todas las semanas viaja en una o en varias ocasiones a las provincias andaluzas para visitar empresas, organizaciones o cooperativas que se prestan a ello en los momentos actuales, previos a las elecciones que tendrán lugar dentro de un mes.

Allí, intenta vender las bondades de su política y su gestión. Por ejemplo, hace poco anunció que habrá una ayuda asociada para el olivar tradicional. El problema está en que no ha definido lo que se entiende por olivar tradicional; tampoco ha dicho qué cantidad total se destinaría a esta nueva ayuda, ni cómo se repartirá. Se trata de un asunto que interesa especialmente a los olivareros de provincias como Jaén y Córdoba.

En esas visitas, Planas está prestando atención al sector citrícola, en el que Andalucía en general y Córdoba, provincia a la que está estrechamente vinculado y por la que ha sido diputado, son una potencia. Veremos si a partir de ahora se atreve a dar la cara ante los citricultores después del fracaso que ha cosechado la delegación española en Bruselas el viernes pasado, cuando ni siquiera llegó a votarse una propuesta que había preparado la Comisión Europea para aplicar el tratamiento de frío a las naranjas procedentes de Suráfrica.

Los productores y exportadores de ese país, apoyados por los Países Bajos, se movieron con rapidez y eficacia y el asunto se retiró del orden del día, mientras la delegación española estaba en la inopia. ¿Cómo va a justificar Planas lo que ha sucedido? Seguro que encuentra alguna excusa. Pero tendrá muy difícil ponerse de perfil, cosa habitual en él durante su vida política, ante esta falta de eficacia, por calificarlo de forma suave.