Los cambios en la normativa ponen en peligro la figura del agricultor activo

Por lo que se ha filtrado, una parte importante de las comunidades de bienes podrían dejar de percibir las ayudas directas de la PAC si salen adelante los cambios que quieren introducir en la normativa Planas y su equipo. Si triunfa lo que se ha conocido de uno de los reglamentos de aplicación del Plan Estratégico nacional, se introducirán cambios en la figura del agricultor activo, que es el que tiene derecho a percibir las citadas ayudas; tal y como están redactadas esas modificaciones, se quedarían sin ser beneficiarias una parte muy significativa de las comunidades de bienes.

Este instrumento es muy utilizado en el campo español, especialmente en Andalucía, las dos Castillas y también en Extremadura por diferentes motivos, fundamentalmente en el caso de herencias. Según la denuncia que ha hecho Asaja de Córdoba, en versiones anteriores del reglamento de aplicación del Plan Estratégico se tenían en cuenta solo los ingresos propios de la comunidad de bienes a efectos de determinar si se cumplían los requisitos de la figura de agricultor activo. Sin embargo, en el último documento que se ha filtrado se incluyen todos los ingresos de los comuneros dentro de la comunidad de bienes. Ello provocaría que muchas de ellas dejasen de tener la consideración de agricultor activo.

En eso andan metidos ahora mismo Planas y su equipo. Pero puede que no sea la única sorpresa con la que se encuentren los beneficiarios de las ayudas de la PAC de cara al nuevo periodo que comienza en 2023, durante el que será determinante, tanto lo que figure, como lo que se excluya, en el Plan Estratégico nacional. De ahí la necesidad de seguir como mucha atención lo que se haga en todo el proceso que se desarrolla en la actualidad, en el que también participan los del Ministerio para la Transición Ecológica.

Y estos últimos, utilizando como argumento las peticiones que han llegado desde Bruselas para lograr una PAC más verde, están consiguiendo introducir medidas con prácticas agronómicas muy difíciles de cumplir para los agricultores, que podrían tener repercusiones en los fabricantes de aperos agrícolas. Aunque ahora en el campo se está más pendiente del tiempo o de la recogida de las cosechas, es necesario no perder de vista esas negociaciones que tienen lugar entre bambalinas. Hay mucho dinero en juego.